De Ocotepeque hasta Tocoa, de La Ceiba a Choluteca, pasando por Tegucigalpa y San Pedro Sula, el clamor de los hondureños llama a poner fin a una aparentemente interminable serie de apagones.
Para algunos ciudadanos, lo que ocurre no es otra cosa que un racionamiento más o menos velado, mientras que la Enee insiste en que la falta de energía se debe simplemente a tareas rutinarias de mantenimiento, así como medidas de prevención para impedir el robo de energía.
Lo cierto es que mientras los hondureños se acostumbran a estar a oscuras, el país continúa participando en el mercado regional energético como vendedor de una energía que, aunque en pequeña escala, sirve para apaciguar crisis de vecinos como Panamá.
Además, la estatal no ha dejado de importar energía en los últimos dos años, a pesar de lo cual no ha logrado regularizar el servicio para sus abonados.
Algunos expertos consultados por LA PRENSA no descartan que a pesar de las afirmaciones de las autoridades, el gran número de cortes energéticos puede ser un racionamiento disfrazado.
Lo que sí está documentado es que Honduras ha adquirido una gran cantidad de energía en el mercado regional. Informes del Ente Operador de la Red (EOR), organismo que admnistra las transacciones en ese mercado, muestran que el país acumula compras, hasta el pasado mes de abril, por 2,671.3 gigavatios (Gw), mientras que ha vendido unos 742.9 Gw a la red.
“Las transacciones de energía en el mercado regional son normales, son transacciones que se dan en horas en que los países necesitan energía o que los precios convienen a cualquier país”, explicó Emil Hawit, gerente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee), y añadió que “hemos tratado de ofertar la energía en horas en las que nosotros no la necesitamos”.
El propósito de estas transacciones, asegura el funcionario, es reducir los costos de generación interna, pues a la estatal le resulta más barato comprar la energía en el exterior que generarla localmente.
“Racionamiento no hay y cuando haya lo vamos a decir, no tenemos por qué especular”, puntualizó Hawit.
Mientras tanto, la población hondureña se sigue quejando de una situación que no solo les causa molestia, sino también pérdidas económicas. “Estamos sufriendo apagones de 24 horas tres veces a la semana. Eso es increíble. Ya no aguantamos. No hay una empresa que se pueda instalar en Ocotepeque por la falta de energía y eso es lamentable”, comentó Cristian Acosta, alcalde de esa localidad occidental.
“Son racionamientos...”
Un sondeo realizado a través de las redes sociales revela la gravedad del problema y lo habitual que se ha vuelto. Docenas de internautas de los cuatro puntos cardinales del país dieron su opinión sobre una situación que les toca vivir cada vez con mayor frecuencia.
“Aquí en el departamento de Valle ya es el colmo que todas las noches a partir de las seis cortan la energía; el servicio aquí es de lo peor y hay veces en que hasta tres días nos dejan sin energía”, comentó con indignación José Antonio Núñez, residente en la zona sur del país.
“Hace dos días se fue la electricidad desde el mediodía hasta la noche, y ayer se fue a las 7:00 pm, es como la séptima vez que la cortan ese mes, pero los recibos vienen a tiempo ¡y bien cargados!”, comentó Enrique Bardales, otro ciudadano preocupado por la situación, mientras que Hugo Caballero comentó que “ya estos son racionamientos, que se dejen de mentiras con esos tales mantenimientos; los mantenimientos se realizan una vez al año, no todas las semanas”.
Cortes programados
Sin embargo, a pesar de las protestas de las protestas de la población, la Enee insiste en que no hay racionamientos y que los frecuentes cortes de energía se deben a trabajos rutinarios y preventivos de mantenimiento.
“Los mantenimientos se hacen porque cuando entramos a la época de invierno son tantos los problemas que tenemos que no logramos hacer las reparaciones completas de toda la red. Entonces, para no llegar al invierno y que los problemas se nos amontonen, hacemos los mantenimientos los días de semana”, explicó José Humberto Moncada, jefe de la división de Operaciones de la Enee.
El funcionario agregó que estas actividades, que en otras épocas se restringían a algunos fines de semana, se han extendido toda la semana a fin de “dejar a punto todos los circuitos para evitar ese tipo de problemas en la época de invierno”, apuntó.
Hawit añade otro elemento para explicar el por qué del gran número de cortes de energía: prevenir el robo.
La labor de revisión que realiza la Enee requiere, según el funcionario, que forzoasmente se tenga que realizar los cortes del servicio.
“De cada diez contadores que vamos a revisar, nueve están robando energía, y entonces tenemos que abrir los circuitos para estar revisando los contadores; no podemos revisarlos con los circuitos cerrados y estamos viendo en las líneas de transmisión la mayor incidencia de robo y estamos entrando en eso”, dijo Hawit.
El gerente de la estatal eléctrica aseguró que en ningún momento se trata de racionamientos, y puso como ejemplo que la Enee tiene por lo menos cuatro plantas térmicas apagadas.
“Tenemos capacidad de generación; tenemos cuatro plantas apagadas que nos las hemos tenido que arrancar porque son las plantas más caras que tiene la Enee, algunas contatadas y otras propias, pero están listas en caso de necesidad o emergencia”, afirmó el funcionario.