Más de 23,000 millones de lempiras ha destinado la administración Castro en subvenciones a los combustibles. Solo en el sector de energía son tres tipos de subsidios vigentes.
Uno es a los abonados de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) que consume al mes menos o igual a 150 kilovatios hora (también conocido como subsidio 60/40); otro por ajuste a la tarifa y un beneficio para los clientes que se les factura un máximo de 75 kilovatios hora.
En cuanto a los combustibles son subsidiados el Gas Licuado del Petróleo (GLP) de uso doméstico en su presentación de cilindro de 25 libras, el diésel al igual que la gasolina regular.
En el primer año (2022) se destinaron 1,201.5 millones de lempiras. En el 2023 la partida prevista a subvenciones de energía ascendió los 14,646.3 millones de lempiras ante la inestabilidad del mercado del petróleo generada por la guerra entre Rusia y Ucrania.
En el presupuesto de este año y como parte del Programa de Inversión Pública (PIP) se aprobaron 7,591.2 millones de lempiras para subsidios a combustibles y energía.
Las autoridades informaron que los beneficios seguirán en vigor en 2025, por lo que se proyectaron 6,816.6 millones de lempiras, que al sumarse al acumulado de los tres últimos años alcanzaría los L30,255.6 millones.
Subsidios en energía
A junio pasado, la Secretaría de Energía contabilizó 7,791.2 millones de lempiras para los subsidios en el sector energético, L200 millones más que el monto que había sido presupuestado inicialmente.
La mayor ejecución la reportó el subsidio 60/40 que de 2,160 millones de lempiras ya se había utilizado más de L1,003 millones, equivalente al 46.44%. De los 200 millones de lempiras asignados al subsidio de 75 kilovatios hora la ejecución al primer semestre de 2024 avanzaba en 33.78%, es decir L67.6 millones.
En el caso del subsidio de ajuste a la tarifa energética que se ha mantenido “congelada” a partir del cuarto trimestre de 2022 se han gastado 862.7 de 4,800 millones de lempiras, un 17.97%.
Un total de 431.2 millones de lempiras son para la subvención al gas doméstico, de la que se ha desembolsado el 13.85%, más de L59.7 millones. Al subsidio para los otros combustibles se concedieron 200 millones de lempiras, de los que se ejecutaron L14.5 millones (7.25%) a junio.
Son medidas paliativas
Analistas en materia económica coinciden que estos subsidios no deberían de ser considerados como parte de la inversión pública que se presupuesta año tras año.
El economista Ismael Zepeda dijo que “lo que se busca a través del gobierno con los subsidios (a los combustibles) es una medida paliativa, no es una medida que pueda a largo plazo ser sostenible porque no existe de manera presupuestaria colocar una línea de egresos que sea infinita y no se puede todos los años tener esta línea de egresos recurrentemente”.
Julio Raudales, expresidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), indicó que “los subsidios si bien es cierto benefician a una parte de la población hay que asegurarnos que sean las personas más pobres las que se vean favorecidas; me parece que el gobierno está gastando recursos que pudieran utilizarse en salud y educación para beneficiar a personas que pueden pagar los servicios y lo importante es que se sepa focalizar el gasto público para favorecer a la gente más pobre”.
