Con una sonrisa en su rostro y la amabilidad que lo caracteriza, Óscar Edgardo Tinoco, el santabarbarense que este año se convirtió en el primer bicampeón nacional de la Taza de Excelencia, recibió en su beneficio de café al equipo de Diario LA PRENSA.
Durante un recorrido por la propiedad, el caficultor compartió que sus inicios en el sector se remontan a 1995, cuando apenas tenía 16 años y ayudaba a su padre en la finca familiar.
Con mucho orgullo relató que pertenece a la tercera generación de una familia de caficultores radicada en Santa Bárbara, pero no fue hasta 2008 cuando comenzó a dar los primeros pasos hacia la producción de cafés especiales.

El productor narró que en ese tiempo vivía en una pequeña casa en su finca Pino de Oro, en el municipio de Concepción del Sur, a una altura de 1,640 metros sobre el nivel del mar.
Al estar tan lejos de la ciudad, el único medio de comunicación al que tenía acceso era la radio, y fue justamente en el programa radial “La Hora del Café” donde escuchó por primera vez acerca de la Taza de Excelencia.
Un salto de fe
Durante la transmisión, Tinoco conoció acerca de las múltiples oportunidades que tenían los ganadores de la competencia y descubrió que tanto la altura como las condiciones climáticas de su finca eran idóneas para producir cafés especiales. Esto lo motivó para que, pese a su escaso conocimiento, se atreviera a participar en la sexta edición del concurso, que se celebró en 2009.
En esa ocasión fue eliminado en las primeras rondas, pero logró adquirir conocimiento y establecer contacto con productores que tenían más experiencia.

Luego de este evento decidió abocarse a la oficina regional del Instituto Hondureño del Café (Ihcafé) en Santa Bárbara para manifestar su interés de aprender sobre la producción de cafés especiales y solicitar asistencia.
Desde entonces comenzó a trabajar de la mano con el equipo del Ihcafé y en 2010 probó suerte nuevamente: ganó el tercer lugar. Este logro lo motivó aún más para continuar trabajando en su finca y mejorar la calidad del café que producía.
En 2011 volvió a participar con una muestra de la variedad pacas, que alcanzó un puntaje de 90.00%, ganando el primer lugar en la octava Taza de Excelencia.
Mientras recordaba ese memorable momento, Tinoco contó que ese mismo año, antes de la competencia, en la comunidad de Góngora, donde ahora vive, habían dejado una iglesia a medio construir, por lo que le prometió a Dios que si ganaba, él terminaría de construirla.
Con notable felicidad manifestó que tras llevarse el primer lugar y participar en la subasta electrónica logró reunir el dinero suficiente para saldar deudas de trabajo, construir una casa y, lo que considera más importante, cumplir la promesa que le hizo a Dios.

Empeño
Después de su triunfo logró establecer relaciones comerciales con compradores extranjeros, invirtió en nuevas variedades de café y continuó participando en el concurso, quedando siempre entre los finalistas.
No obstante, indicó que hubo cuatro años en los que no pudo concursar debido a que necesitaba renovar sus fincas, pero nunca desistió de su meta. En 2016 solicitó un préstamo y compró una máquina para el beneficiado de su café, y debido a que algunos productores le solicitaban este servicio, hace dos años logró hacerse de una segunda máquina y establecer su propio beneficio.
Tinoco manifestó que participar en la Taza de Excelencia y en las subastas electrónicas ha sido una gran bendición, pues le han permitido mejorar su calidad de vida y la de su familia.
Contó que este año decidió apostarle todo a su tercera cosecha de la variedad pacamara, con un proceso natural, debido a un comentario que escuchó hace unos años en un evento del Ihcafé. “Recuerdo que un experto de Japón dijo que el café pacamara, cultivado a una altura de 1,600 metros, era algo excepcional, eso se quedó grabado en mi mente y, ya que mi finca contaba con esa altura, decidí probar suerte”, comentó.
El productor compartió que el pasado 18 de mayo, cuando vio que solo quedaba un lugar más que premiar, estaba nervioso, pero cuando escuchó las propiedades del café ganador reconoció de inmediato que se trataba del suyo.
Edgardo Tinoco dijo que ganar el primer lugar de la Taza de Excelencia después de doce años es el resultado de un trabajo constante y el respaldo de Dios en su vida. En la actualidad está enfocado en la producción de cafés especiales, cultiva nueve variedades, entre las que destacan el geisha, bourbon rosa, pacas y pacamara, café que exporta a Estados Unidos y Japón.
El próximo 29 de junio participará en la subasta electrónica, donde espera alcanzar un buen precio para comprar una tostadora e instalar una secadora solar más grande en su beneficio.