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Se acaban la plata y el plomo en minas hondureñas

  • 01 agosto 2016 /

Apenas tres mineras siguen operando en el país. Exportación de zinc es nula en el presente año, solo el oro mantiene nivel de exportaciones

Tegucigalpa, Honduras.

El sector de la minería vive los años de las vacas flacas. La depresión de las economías en los países industrializados ha dejado bajos precios de los metales.

A esto se suma la elevada carga tributaria y el mal servicio de energía eléctrica, entre otros factores que provocaron que muchas empresas mineras hayan dejado de operar en el país y las exportaciones hayan caído.

Las compañías que explotaban óxido de hierro cerraron sus operaciones hace más de un año. En 2015, el país no reportó exportaciones de este mineral y este año se suma el plomo y una estrepitosa caída de la plata.

Según los registros del Banco Central de Honduras (BCH), las exportaciones de oro cayeron de 112.1 millones de dólares en 2014 a 96.9 millones en 2015; mientras que las exportaciones de plata bajaron de 32.4 a 16.3 millones de dólares en el mismo período (casi el 50%).

El plomo y el zinc también vieron reducidas sus exportaciones en esos mismos años al pasar de 20 millones de dólares a 10.1 millones y de 27.1 a 21.6 millones, respectivamente.

“En total las exportaciones de minerales cayeron 40.5% en 2015”, confirma el Banco Central de Honduras.

Entre enero y abril de 2016, el BCH reporta 32.8 millones de dólares en exportaciones de oro, 0.5 millones en plata, 2.4 millones en zinc y cero millones en plomo y óxido de hierro.

“La contracción en la actividad minera, dada la menor extracción de zinc, plomo, plata y oro, por el desincentivo generado por la disminución en los precios internacionales, así como por el alza en los costos de algunos insumos utilizados en el proceso productivo...”, establece el informe del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) de abril.

Sobrevivientes

Desde 2007 el país no registra nuevas inversiones en el sector, y más bien reporta el cierre de las empresas que se dedicaban a esta actividad en diversas regiones del país.

El asesor de la Asociación Nacional de Minería Metálica de Honduras (Anamimh) y expresidente de ese organismo, Santos Gabino Carvajal, dijo a D&N que en los últimos años el número de empresas operando (explorando y exportando minerales) en el país se ha reducido a tres: la mina de El Mochito, en Las Vegas, Santa Bárbara; Minerales de Occidente en San Andrés, Copán; y Cerros del Sur en el Corpus, Choluteca.

“La mina de Agalteca está cerrada: Entremares, Geo Mapes y BMG se fueron, todas esas empresas ya no están en el país y eran las empresas que estaban próximas a exportar”, manifestó.

La mina El Mochito, que opera en el occidental departamento de Santa Bárbara desde 1948, ha visto reducida su producción este año en un 20%.

“En el zinc, el principal metal de exportaciones de la mina, hemos bajado a 18,000 toneladas en el año; el plomo a 10,000 toneladas por año y la plata, que antes producíamos 1.5 millones de onzas, ahora producimos 500,000 onzas”, dijo el gerente de Relaciones Institucionales, Ricardo Sierra.

La mina de Agalteca, operada por la empresa Five Star Mining, parte del grupo italiano Goldlake, salió del mercado en 2015 “básicamente porque China ha frenado su desarrollo y ellos eran el mayor consumidor de esas minas y básicamente los costos superan la oferta de precios”, manifestó Sierra, también presidente de la Anamimh.

Agregó que en el caso de la mina de San Andrés, Copán, operada por Minerales de Copán, subsidiaria de la transnacional canadiense Aura Minerals, ha enfrentado litigios con la población donde opera y problemas de inseguridad jurídica que obligaron a su cierre temporal. Actualmente, “la mina ya está en operación normal, pero sufrió pérdidas considerables con este paro”. En la mina de San Andrés se explota oro y plata.

Foto: La Prensa

Causas

Según los directivos, son muchos los factores que tienen al sector de capa la caída; aspectos sociales, las altas cargas tributarias, los costos de producción, servicios públicos deficientes, la depresión en economías de países receptores de estos productos (principalmente China) y el bajo precio en el mercado internacional son algunos de ellas.

Hace dos años han visto caer la producción y las exportaciones como consecuencia de una desaceleración económica en los países industrializados que ha bajado la demanda de los productos que se extraen en América. “Eso ha causado un no crecimiento en el sector aquí en Honduras”, dijo Sierra.

Pero son los impuestos los que frenan el desarrollo y son parte de la nueva Ley de Minería. “Si bien la ley tiene aspectos positivos, desafortunadamente tiene una carga tributaria bastante alta en el sentido de que si comparamos todo Latinoamérica, la minería en Honduras tiene una carga que pasa el 50% si ya sumamos toda la carga tributaria”.

Citó “que la ley de Minería graba con un 6% las ventas brutas y la renta se grava con un 25%, pero considera los costos, entonces este 6% significa casi un 15%, más el 25% del ISR, ya tenemos un 40%, y si a eso le sumamos la parte solidaria, que es otro 5%, más todos los impuestos locales, la parte del concesionamiento anual por hectárea, es una buena cantidad de dinero”.

Comentó que las cargas tributarias de Guatemala y Nicaragua son la mitad de las de Honduras, y con ello “perdemos competitividad y el inversionista se va mejor para otros países donde les dan mejores oportunidades”.

Nicaragua, considerada hasta hace un par de años la cenicienta de la industria minera en la región, ha incrementado su producción y exportación minera, hasta colocarse en el segundo lugar en la zona, abajo de Guatemala.

Entre tanto, Panamá, que tampoco tiene tradición en este sector, ha anunciado inversiones por arriba de los 6,000 millones de dólares para potenciar el sector.

Honduras es considerado uno de los cinco países del continente con amplio potencial.

Según los estudios, en la región sur y en el oriente hay importantes reservas de oro y se puede encontrar un poco de barita, antimonio, plomo y cobre; en la parte occidental, el oro y la plata, y en Olancho y Colón, el hierro.

“Es un potencial increíble de reservas, pero eso necesita de una inversión millonaria para llegar a esos depósitos”, dijo el presidente de Anaminh, quien apuntó sobre la necesidad de generar “un poco más de confianza de que estamos mejorando en la parte jurídica y en diversos aspectos” y superar problemas en la prestación de servicios básicos, principalmente la energía eléctrica, para atraer nuevas inversiones.