Con una historia que hunde sus raíces en el cultivo del café y con una de las mejores preparaciones que se pueden recibir en el país en materia cafetera , Carmen Cartagena tenía todo lo necesario para convertire en empresaria.
“La mayoría de los productores lo que hacen es llevar el café hasta una exportadora y eso eso todo, pero el negocio del café es extenso para sacar un un valor agregado”, dice Carmen, quien aprovechó su formación como catadora de café para obtener un producto de óptima calidad que le permitiera lanzar su propia marca: Cartagena’s Coffee.
“Yo vengo de una familia dedicada al negocio del café. Cuando era niña, en mis vacaciones iba a la finca en la época de corte y nos ponían a fertilizar los viveros o a cortar. De ahí nació la pasión por el negocio del café”, relata Carmen al hablar de sus inicios.
Ya adulta, ingresó en el negocio de los bienes raíces, pero los problemas surgidos en el sector en los últimos años, le hicieron decidir volver a sus raíces cafetaleras. Hace unos ocho años, se hizo cargo de la finca familiar, ubicada en Santa Bárbara, la cual, según refiere, se encontraba “en abandono”, pero logró recuperarla y devolverle la productividad.
Pero lo que en realidad la llevó a dar el siguiente paso fue la caída en los precios del café, lo que sumado a los problemas de la roya, la motivó a fabricar un producto de valor agregado al ver frenado su crecimiento si se quedaba solo como productora.
Así nace Cartagena’s Coffee.
Ya se encuentra haciendo los preparativos para dar un paso más: exportar. “Estamos en negociaciones para vender el café en Miami, 1,200 libras mensuales. Esperamos comenzar a exportar este año, es poco pero es un buen inicio”, dice con optimismo.
