San Pedro Sula, Honduras.
El 62% de la población migrante hondureña que reside en Estados Unidos se encuentra en un estatus migratorio irregular, situación que genera desafíos en el fomento de la inclusión financiera, convertida en prioridad universal para el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Asociación Hondureña de Instituciones Bancarias (Ahiba), junto con la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional, presentaron días atrás en Tegucigalpa los resultados de la Encuesta para el desarrollo de productos financieros para personas hondureñas en el exterior.
El estudio pretende generar información para orientar política pública y diseño de productos financieros en beneficio de la población migrante y sus familiares. Asimismo, caracterizar los envíos de remesas de los hondureños en el exterior.
“Este estudio contribuye directamente a por lo menos tres de los objetivos planteados en el Pacto Mundial, de manera que busca utilizar datos exactos y desglosados para formular política con base empírica; explora en las condiciones necesarias para que las personas migrantes y las diásporas puedan contribuir plenamente al desarrollo sostenible; indaga sobre mecanismos para que la transferencia de remesas sea más rápida, segura y económica y el fomento de la inclusión financiera de las personas migrantes”, comentó Jorge Peraza, jefe de Misión de la OIM.
| ¿Qué método se utilizaron?
Para hacer la encuesta, las organizaciones seleccionaron las cinco ciudades con mayor número de atenciones consulares a la población hondureña en Estados Unidos, donde se aplicaron 1,159 encuestas.
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En 2018 las transferencias monetarias de compatriotas en el extranjero hacia Honduras superaron los $4,800 millones, equivalente al 19% del producto interno bruto (PIB) nacional.
Hasta el 6 de junio pasado, las remesas familiares acumularon $2,251.7 millones, que representa un crecimiento mayor al 10% con relación al mismo período de 2018, reportó el Banco Central de Honduras.
Resultados. La encuesta de la OIM y la Ahiba revela que el 72.9% de las personas migrantes hondureñas que residen en EEUU planean regresar a vivir a su país en algún momento, siendo la reunificación familiar la principal razón.
De este segmento, la mitad expresó tener interés en abrir un negocio en su país de origen, principalmente en áreas como el comercio, servicios, agricultura y bienes raíces.
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Casi el 68% de los consultados consideró al ahorro previsional (pensión) propio como el producto financiero que está acorde a las necesidades de las personas migrantes y sus familiares en Honduras.
Instrumentos como seguro médico para terceros, seguro de gastos fúnebres y repatriación de restos, seguro de interrupción de remesas y el ahorro previsional (pensión) para terceros figuraron como otras opciones dentro de la encuesta.
De acuerdo a las estimaciones, hay 452,106 remitentes hondureños en Estados Unidos con interés en ahorrar para su retiro o pensión en una institución financiera hondureña.
| Datos
80% población. Entre 20 y 49 años tiene la gran parte de hondureños que manda remesas.
$2,926 Ingreso. Promedio de ingreso mensual del hondureño en EEUU, de acuerdo con la encuesta.
$4,884.2 millones. Es el monto de remesas familiares registrado en 2018, según el reporte del BCH.
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Este producto, de desarrollarse, consistiría en una aportación periódica por parte de connacionales en el exterior que genera un interés por la retención del dinero en una institución en Honduras. El ahorro generado se reserva para un uso posterior en favor del migrante.
“Al regresar a su país, los migrantes esperan mantener la calidad de vida que han logrado en su proceso de migración. En la encuesta nos dieron la respuesta de los productos financieros que quisiera tener desde ya para irse preparando al momento cuando regresen”, explicó María Lydia Solando, directora ejecutiva de la Ahiba.
| La principal fuente de ingresos de la población remitente hondureña en EEUU es por salario en ocupaciones como construcción y servicios.
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Para ese fin, la banca privada, la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) y demás instituciones planean hacer una revisión de todas las normas que tiene el sistema financiero para ser capaces de ofrecer los productos que demanda la población migrante.
El estudio sugiere hacer intercambios de experiencias internacionales para facilitar el desarrollo de productos regulados e inspirados en ejemplos exitosos alrededor del mundo.
Además, insta a las instituciones públicas y privadas a desarrollar mecanismos innovadores de inclusión financiera con el fin de garantizar el acceso a la gestión de riesgo para los migrantes, quienes benefician a la sociedad en general a través del envío de remesas familiares.
