La importación de granos vuelve a generar crispaciones entre productores y Gobierno, luego de conocer que las autoridades aprobaron la compra de 28,000 quintales de frijol desde Argentina que se destinarán a las escuelas para la merienda escolar.
Ayer, el presidente de Prograno, Luis Donaire, dijo que la compra de esa cantidad de frijol no afectará a los productores nacionales, pero recriminó la acción de no comprarla en el país. “Si nosotros tenemos producción de frijol en el país, y es de buena calidad, por qué comprar este frijol en el exterior pudiéndolo comprar a productores hondureños, si cuando apoyamos la producción nacional estamos generando riqueza. No tiene sentido que se compre grano en otro país”, apuntó.
En la cosecha de primera, el sector produjo 800,000 quintales, que se está vendiendo a un precio de 750 lempiras el quintal puesto en la capital, un precio similar al que se pagará en Argentina. El país tiene suficiente aprovisionamiento para abastecer el mercado interno y exportar.
En respuesta, el viceministro de la Secretaría de Industria y Comercio, Juan José Cruz, aseguró que se protegerá al productor.
“Una importación no puede darse en el preciso momento en que está saliendo la producción nacional, en ningún momento se va a atentar contra los intereses de los campesinos”, aseveró, antes de aclarar que “la orden de que va a realizarse la importación debe ser hecha por la SAG, ellos son los que monitorean los cultivos”.
Por su parte, el ministro de la Secretaría de Agricultura y Ganadería, Jacobo Regalado, explicó que cuando se avaló la compra el precio del frijol en el país era más alto.