De acuerdo con fuentes al tanto de la situación, la Enee conversa con el Instituto Nacional de Jubilaciones y Pensiones de los Empleados Públicos, Injupemp, para comprar bonos a mediano plazo por unos 1,000 millones de lempiras, con el fin de honrar su deuda de entre 1,500 y 2,000 millones con las térmicas.
Para el ex subgerente financiero de la Enee, Gilberto Ramos, existe un “desequilibrio” porque los ingresos que la Enee recibe por la venta de energía son insuficientes para cancelar a los térmicos el suministro de energía. “La Enee les adeuda a estas empresas entre 1,500 y 2,000 millones de lempiras”, dijo Ramos, gerente de Enersa y Emce, térmicas que generan 250 y 45.7 megavatios respectivamente.
Causas
“Cuando el Gobierno decide subsidiar -el precio de la energía- con recursos de la Enee, afecta a la estatal porque no le permite recuperar los costos para cubrir sus operaciones y quedarse con un remanente para las inversiones indispensables. Cuando se posterga la instalación de una línea de transmisión, se desmejora la calidad del servicio”, señaló Ramos.
El presidente del Sindicato de Trabajadores de la Enee, Miguel Aguilar, explicó que los recientes apagones en varias zonas del país se deben en cierta medida a problemas en las líneas de transmisión.
Ramos expresó que el Fondo Monetario Internacional, FMI, dio recientemente algunas recomendaciones para que la Enee supere su difícil situación. Los 591,613 abonados de la estatal beneficiados con energía gratis representan un sacrificio fiscal para la estatal que oscila entre 600 y 700 millones de lempiras anuales.
Pérdidas
El fraude, errores de facturación, hurto de energía y líneas de distribución obsoletas le significan a la Enee pérdidas de entre 20% y 22%.
Lo anterior significa que, por cada punto porcentual, la empresa deja de percibir 150 millones de lempiras en promedio, lo que al año significa entre 3,000 y 3,200 millones de lempiras.