La Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) comenzará a entregar esta semana el bono tecnológico para 100,000 productores para que puedan iniciar la siembra de primera con la que se busca garantizar la seguridad alimentaria del país.
La entrega se hará a través de la Dirección de Ciencia y Tecnología Agropecuaria (Dicta) de la SAG.
Nehemías Martínez, titular de esta dirección, señaló que durante las próximas tres semanas estarán entregando el apoyo a los productores para que al inicio del invierno ya se haya entregado todo el bono tecnológico para productores de frijol y maíz, principalmente.
Martínez explicó que el bono tecnológico productivo contiene un saco de semilla mejorada y dos quintales de fertilizantes, uno de urea y otro de fórmula para los agricultores que siembran en una o menos de una manzana de tierra y contarán con asistencia técnica de la SAG.
Martínez señaló que hace algunas semanas no había semilla disponible, pero que ya se logró tener la cantidad de bonos propuestos por el gobierno que estarán en mano de los productores de subsistencia.
El funcionario recordó que estos 100,000 bonos tecnológicos solo son una parte de los que se entregarán este año porque esperan que para la siembra de postrera entreguen al menos unos 80,000 bonos más, por lo que el total de bonos entregados en 2022 se espera que beneficie a cerca de 180,000 productores en Honduras.
A pesar del apoyo del Gobierno para la producción de subsistencia, representantes de los pequeños y medianos productores que venden a la industria también han pedido ayuda para el sector.
Dulio Medina, presidente de la Asociación de Agricultores y Productores de Granos Básicos (Prograno) recordó que en los últimos cinco años el área de producción se redujo en 15,200 manzanas y que en la parte de la subsistencia puede ser más.
Fredy Torres, presidente de la Asociación de Arroceros de Honduras, señaló que para este año estiman que la producción de arroz caerá al menos en un 40% por la reducción del área de siembra y los costos de los fertilizantes, por lo que están en alerta roja porque el sector agroindustrial no está comprando lo que produce el país.