Con la mirada fija en el horizonte y las piernas marcadas por kilómetros de sacrificio, Yessica Espinal no solo corre: persigue legados.
Originaria de Campamento, Olancho, esta atleta de cinco años en el “running” profesional tiene un sueño claro: “Romper todas las marcas y dejar registrado mi nombre en la historia del atletismo en Honduras”. Y cada zancada es un paso hacia esa inmortalidad deportiva.
“Estas mujeres que hacen estos tiempazos tienen dos piernas, dos brazos... ¡yo también puedo lograrlo! Pero con planificación: aprendiendo a comer, entrenando para carreras específicas”, expone. Con la seguridad que la caracteriza, advierte que “no puedes destruirte en todas las carreras” y, enseguida, se define como “una corredora con objetivos”.
Recuerda una lección clave en Costa Rica: “Hasta cruzar la meta, todo puede cambiar”.“Ese competidor extranjero con mejores tiempos podría llegar con problemas de salud o un vuelo pesado... Y ahí surge tu oportunidad”, cuenta. Por eso, su apuesta es clara en la Media Maratón La Prensa-Gatorade, los 21 kilómetros. “Sin importar el rival, siempre me arriesgo”, dice. Y la historia le dio la razón porque en 2024 se coronó reina de la categoría Élite en la Media Maratón en Honduras.
La batalla más dura: lesiones y mente. El 2024 puso a prueba su temple. Un mes antes de intentar batir el récord en la Maratón del Atlántico (<2h 50m), una caída le dislocó el fémur. “Dudé si volvería a competir”, rememora. Pero la perseverancia habló más fuerte y corrió pese al dolor, aunque su cuerpo colapsó a los cinco kilómetros. “Fue una guerra mental. Al kilómetro 10 quise retirarme... pero seguí”, recuerda. Cruzó la meta 14 minutos arriba de su objetivo y cayó en depresión.
“Hoy veo esa maratón como una victoria, me fortaleció mentalmente”, reconoce. Por eso aplaude el enfoque en salud mental de la próxima Maratón de La Prensa: “Todos buscan superar límites físicos, pero olvidan la mente”.
Entre la adversidad brilla su momento cumbre logrado en Costa Rica, en donde se consagró campeona centroamericana (10,000 metros) con récord nacional. “Escuchar el himno en el podio, superando a países como Costa Rica o El Salvador y con nuestras limitaciones... ¡eso no tiene precio!”, sentencia.
Sus pilares: amor, boxeo y disciplina. Óscar Lobo, su entrenador y esposo, es su motor. “Me inyecta optimismo. Hasta en mis días blandos, él me recuerda que el entrenamiento da frutos”, revela. Pero la raíz de su fierro mental viene del boxeo, de la mano de Julián Solís. “Él me enseñó: ‘Nunca he visto a nadie disciplinado fracasar’”, expresa antes de confesar que “esa obsesión por triunfar nació allí”.
Con cinco años en el “running”, Yessica no se detiene porque tiene hambre de más triunfos. “Quiero romper récords, poner a Honduras en alto... sacarnos del anonimato deportivo”, manifiesta. Su vida es un reflejo de su filosofía: años “viviendo al día” –entrenando, descansando, comiendo– para enfocarse en lo esencial.
En cada carrera, Yessica Espinal no solo corre contra el reloj, sino que lo hace contra el conformismo. Y Honduras, desde la línea de meta, le grita: “¡Adelante!”. Esperamos verla con todo su potencial en la Media Maratón La Prensa-Gatorade 2025.
Yessica Espinal (Atleta catracha): “Quiero romper récords, poner a Honduras en alto... sacarnos del anonimato deportivo”.