No cabe duda que el fútbol siempre te da revanchas y esta vez no fue la excepción con el delantero Zlatan Ibrahimovic del PSG en lo que es el duelo contra Manchester City por la ida de los cuartos de final de la Champions League.
Y es que primero le detuvieron un lanzamiento penal pero al minuto 40 logró emparejar los cartones de forma increíble luego de que estaban en desventaja por un tanto de Kevin de Bruyne.
Ibra metió el que quizás es el gol más fácil de toda su carrera ya que el defensor Fernando recibió un pase de su portero Hart por lo que el zaguero se confió y tratando de salir jugando le impactó la pelota al sueco por lo que se fue al fondo de las redes.