La función más importante de los porteros es evitar los goles en el arco propio, pero este día en el fútbol de la Primera B de Argentina se ha dado lo contrario.
Y es que el arquero del club Diego Tristrán, Rodrigo Lugo decidió sumarse al ataque en la última jugada a balón parado luego de que perdían 0-1 contra el Deportivo Riestra.
Tras un primer cabezazo hubo un remate en el palo y el cancerbero Lugo se tiró de palomita para meter el frentazo al fondo de las redes ante la sorpresa de todos.
'En el córner, le dije a mi marcador cuando me agarraba de la camiseta que iba a hacer el gol. Me abracé con mis compañeros porque veníamos de perder de la fecha pasada. Fue un empate con sabor a victoria, sobre todo para mí', sostuvo.
Por último, Lugo afirmó que éste no fue su primer tanto debido a que en divisiones inferiores 'jugaba de delantero'.