El jamaicano Usain Bolt se convirtió hoy en el primer atleta de la historia que conquistas tres títulos olímpicos consecutivos de 100 metros al imponerse en la final de los Juegos de Río con un registro de 9.81.
Ninguno de sus rivales fue capaz de hacerle sombra pese a que hace solo un mes había tenido problemas físicos. El estadounidense Justin Gatlin volvió a colgarse la medalla de plata con 9.89 y el canadiense Andre de Grasse completó el podio con 9.91.
Usain Bolt conquistó de gran manera la medalla de oro en 100 metros planos. Foto AFP
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Hora y media antes, Bolt ya había sembrado el pánico entre sus adversarios, a los que infligió una primera derrota psicológica. Ganó la segunda semifinal con una marca de 9.86 -su mejor registro del año- pese a ser el más lento en la salida y bajar los brazos en los últimos metros al comprobar que nadie venía por los flancos.
Como siempre que se aproximaba un gran campeonato, también en vísperas de estos Juegos se abrió un debate sobre el estado de forma de Usain, con opiniones divididas entre quienes apostaban por un nuevo triple y quienes auguraban que la hora de la derrota se acerca inexorablemente también para él, a medida que cumple años y su cuerpo acumula achaques.
Bolt posa junto a la pantalla del anunció de su triunfo. Foto AFP
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La enésima visita al doctor alemán Hans-Wilhelm Müller-Wohlfahrt, al que recurre siempre antes de los grandes campeonatos, le devolvió la confianza para atacar con garantías el tercer triplete olímpico, el último que intenta, pues ha dicho que estos serán sus últimos Juegos.
Bolt llegó a Río en el cuarto puesto del ránking mundial de 100 metros con 9.88, a ocho centésimas de su eterno rival, Justin Gatlin, que fue campeón olímpico hace ya doce años en Atenas, escenario de una amarga experiencia para un Bolt adolescente (17 años) que fue eliminado en la primera ronda de 200.
Bolt no perdió la oportunidad de posar con la bandera de Jamaica. Foto AFP
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La escuela estadounidense contaba, para batir a Bolt, con un esprinter experimentado -Gatlin- y un Trayvon Bromell trece años más joven que ya fue medallista de bronce el año pasado en la final mundialista de Pekín y en marzo pasado se coronó rey del esprint en pista cubierta, aunque una tendinitis le ha molestado durante la campaña al aire libre.
Aclamado por el público, Bolt ejecutó una salida pareja con la de Gatlin (155 frente a 152 milésimas) y, como el año pasado en la final mundialista de Pekín, estuvo por detrás del estadounidense hasta mitad de recta. A partir de ahí impuso su poderosa zancada para acabar con las remotas esperanzas de Gatlin, el malo de la película, para el público brasileño.
Todas querían una imagen con Usain Bolt. Foto AFP
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A partir del martes empezará a escribir una nueva página, esta vez en los 200, su prueba preferida, en la que no descarta batir su récord del mundo.