Nelspruit, una ciudad de poco más de 200,000 habitantes al noreste de Sudáfrica, que recibirá cuatro partidos del Mundial 2010, comenzando por el Honduras-Chile, sigue construyendo su estadio, al que le falta el césped y algunos retoques.
Mbombela, el nombre del estadio para 44 mil personas, es uno de los últimos que quedan por terminar de los diez que albergarán el Mundial, aunque los responsables de la ciudad están seguros de que llegarán a tiempo, ya que sólo falta colocar el césped.
La hierba fue puesta en octubre pasado, pero problemas de drenaje del terreno hicieron que fuera levantado de nuevo y se espera que a finales de febrero sea colocada definitivamente.
El verde que le falta al estadio sobra en los alrededores de Nelspruit, un espacio natural en el que abundan los sitios turísticos, entre ellos el Parque Nacional Kruger, uno de los más grandes del continente africano, que recibe al año miles de turistas para observar a los animales en libertad.
Nelspruit se beneficiará a nivel hotelero de los establecimientos de Kruger, a apenas 40 km de la ciudad, y también de que Maputo, la capital de Mozambique, se encuentra a unos cien kilómetros. “Hay una distancia muy corta entre Nelspruit y Mozambique.
En nuestros preparativos del Mundial siempre contamos con ellos. Hace dos semanas estuvimos allí para tener conversaciones y durante el sorteo había una gran pantalla en Maputo para seguir su desarrollo”, afirmó el responsable municipal del Mundial 2010, Differ Mogale.
Que en Mozambique se hable portugués hará más fácil la integración de los equipos y los aficionados de Chile y Honduras.
Los dos equipos latinoamericanos están en el Grupo H, con España y Suiza, y harán su debut en el Mundial en el estadio Mbombela de Nelspruit.
“Mucha gente habla portugués en la ciudad, muchos mozambiqueños que emigraron, por lo que los visitantes que hablen español se podrán entender bien con ellos. De todas maneras, trataremos de enseñar a la gente la lengua española dentro del programa de voluntarios”, señala Mogale. Neslpruit está en medio del Valle Cocodrilo Rover y su proximidad a la frontera de Mozambique le da un ambiente más africano que otras ciudades del país, que poseen un entorno más europeo.
Debido a ello, su estadio está decorado con muchos elementos del continente y el color blanco y negro de sus asientos recuerdan a la piel de una cebra. El estadio, comenzado en febrero de 2007, todavía es una verdadera joya en el que se podrán jugar otros deportes.