Washington, Estados Unidos.
El volante de la Selección Nacional de Honduras, Roger Espinoza, está a las puertas de jugar su segundo Mundial. El oriundo de Puerto Cortés, quien creció en Estados Unidos, reveló aspectos de su vida que pocos conocen, sus proyectos, y habló de su amor por Platense.
Mucho ha cambiado aquel tímido Roger Espinoza que debutó en 2009 con la Selección de Honduras. Desde niño, el jugador del Wigan soñó con portar la H en el pecho y la mentalidad de ganador que posee ha sido su éxito.
¿Qué tanto ha cambiado su vida desde que lo llamaron a la Selección? Ahora tiene dos Mundiales y una Olimpiada.
Muchísimo. Futbolísticamente ya sabemos que desde que empecé a jugar, al llegar a la Selección cambió todo: jugar Copa Oro y luego un Mundial, en cinco años estoy en Wigan, jugar la Liga Inglesa, quedar campeón en la FA Cup, Juegos Olímpicos. He aprendido más del fútbol de lo que aprendí en la universidad. Aprendí de muchos hondureños que han jugado en el extranjero como David Suazo, Carlos Pavón, Amado Guevara y Dani Turcios. Siempre les saqué las cosas buenas.
¿Existió la posibilidad de que jugara con la Selección de Estados Unidos?
Mi entrenador en Kansas me habló de participar en un campamento con la Selección de Estados Unidos, pero recibí la convocatoria de Alexis Mendoza para jugar con Honduras. Crecí viendo a los jugadores hondureños, viendo al Platense. Mi estilo es catracho. Sabía que me iba a sentir mejor aquí. Honduras siempre fue primero.
Desde niño se imaginó jugar al fútbol, pero con dos Mundiales y Juegos Olímpicos ¿es un premio?
Soñé con jugar en la Selección y jugar un Mundial; hasta allí. Lo demás es el hambre.
En Sudáfrica, usted fue la sorpresa, ¿ahora puede ser un líder en Brasil?
Creo que uno se gana las cosas. Eso lo aprendí en la Selección. Si miran a Suazo, Pavón, Guevara, Figueroa, Wilson, ellos siempre han luchado. Eso pasará. Con el jugador nuevo siempre habrá crítica. En la Liga, varios hicieron méritos para estar aquí, pero no fueron elegidos por el apetito del jugador. Eso pasa.
Usted es de los que más ponen garra catracha en la cancha.
Cada uno tiene diferente ritmo. El mío y de Luis Garrido es diferente por ejemplo al de Mario Martínez. La técnica de él es superior a la mía.
¿Qué hace Roger Espinoza fuera del fútbol?
Salgo con Maynor Figueroa y visito a su familia. En Wigan, del entrenamiento a la casa.
El vínculo especial que tiene con los hijos de Figueroa ¿cómo lo describe?
No solo es con los hijos de Maynor. También con los de Wilson Palacios. Cuando llegué a Inglaterra me abrieron las puertas. Pero juego con sus hijos, me acuerdo de mis sobrinos.
¿Cuándo se casará y tendrá hijos?
Dentro de poco. Hemos hablado de tener hijos. Lo complicado es que uno viaja mucho y no me gustaría estar lejos de ellos. Tengo 27 años de edad y mi mujer, 26. Estamos en la edad.
¿Piensa jugar en Honduras?
Sí, uno no puede decir nunca. Sería raro jugar con la Selección y nunca en la Liga Nacional. Al equipo que he amado es al Platense. Si se da la oportunidad de jugar allí, lo haré; si no, en otro club de la Liga. Sería un sueño jugar en Honduras.
