San Pedro Sula, Honduras.
El presidente de Marathón, Orinson Amaya, sorprendió nuevamente en el Yankel Rosenthal, cuando se presentó ante varios aficionados verdolagas en el triunfo ante Motagua para solicitar colaboración con un fin único: entregar un premio a los jugadores.
Nos nació esta iniciativa, fue espontánea. 'La idea surgió con el grupo de amigos que estábamos ahí, pues como decimos vulgarmente, dijimos hagamos el ajustón para el premio, entonces yo pensé ¿porqué no podemos involucrar a los demás aficionados? y empecé a pedirles a todos', dice.
Tuvo una respuesta muy positiva. 'Agradecer la aportación que hizo cada uno de ellos, de 10, 20, 500 o 1000, al final reunimos 14 mil lempiras, con esto lo que yo pretende es que la gente se sienta parte del Marathón, que la venga a estadio y se sienta como en su casa, que lo viva. Hoy la afición fue feliz, a pesar de que se mojaron', dice.
Orinso sigue hablando de trabajo y dedicación. 'Todo mundo salió muy contento, estamos confiados en el trabajo que estamos haciendo, como dije cuando tomé la presidencia que esto era lo que necesitaba'.
En el vestuario no advirtió lo siguiente. 'A los jugadores le dijimos que había parte del presupuesto del Marathón y que la otra parte era un apoyo que la afición de Marathón había hecho, anduve pasando la gorrita je, je, je'.
Sin ínfulas de grandeza, Amaya dice que no tiene problemas en hacer este tipo de cosas. 'Realmente a mí eso no me da pena, uno viene del pueblo, eso no me quita ni me resta, realmente necesitamos que la gente confíe que en el trabajo que estamos haciendo', finalizó.
