El Cairo, Egipto.
¿Ya dejó atrás la lesión que padecía?
Desde el continente africano y lejos del radar de muchos en Honduras, el centrocampista Mario Martínez sigue con su misión de ayudar al Enppi a codearse con los históricos de la liga egipcia.
El zurdo, quien regresó a la actividad con los “petroleros” hace un par de fechas tras haber sufrido una lesión muscular, se refirió a los dos duelos eliminatorios de Honduras en marzo contra El Salvador, al Real España y de manera emotiva al reciente asesinato de Arnold Peralta.
¿Después de varios meses cómo va todo por allá?
La verdad que no me puedo quejar, es un fútbol que quizá pocos conocen pero que ahora me ha mostrado otra perspectiva; este es un equipo profesional y estoy contento de estar aquí.
¿Tiene amigos en el club?
Sí, me llevo con todos, pero con los que más paso es con los que hablan inglés. Es un buen grupo y me han tratado excelente. La gente de Egipto es espectacular en general, he salido con amigos y compañeros que me han tratado de lo mejor, nada de lo que la gente piensa, que hay guerras y todo eso. Ando a las 10 u 11 de la noche tranquilo con mi familia.
¿Cuán bueno es el nivel del fútbol africano?
Aquí es demasiado fuerte, trabajan mucho en la velocidad, el gimnasio, es más fuerte que en Honduras. Pero es muy buen fútbol, diferente al europeo; estamos aprendiendo muchas cosas interesantes.
¿Cómo toma el difícil inicio de campaña que han tenido?
La verdad que no nos han salido las cosas como de repente el equipo y la directiva planearon. Acaba de salir el entrenador, pero estamos bien, conscientes de que tenemos un gran grupo para pelearle al Al Ahly y Zamalek.
¿El nuevo DT (Tarek Caleb) también lo toma en cuenta?
Sí, habló con los extranjeros y nos dijo que a todos nos trataría igual.
 Mario Martínez aún tiene un año de contrato con el Enppi de Egipto, club que ya le ofreció ampliarlo a dos.
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Estuve como dos semanas sin entrenar por un mini-desgarre en la pierna izquierda, ya estoy volviendo y muy contento. Jugué 35 minutos en el último partido.
Pasando a la Selección de Honduras, ¿cómo mira el panorama para 2016?
Que este año sea lleno de éxitos y bendiciones, se vienen partidos fundamentales en los que no hay que cometer errores, hay que confiar en el técnico. Uno quiere clasificar al Mundial, ojalá este año sea diferente.
¿Duras las dos pruebas con El Salvador no?
Quien no confíe que no se presente, el fútbol es así y más en estas eliminatorias que son cortas. Yo confío plenamente en los jugadores y cuerpo técnico en que se puede clasificar.
¿Cuál fue su reacción al enterarse de la marcha de su hermano a Marathón?
Me hubiera gustado que llegara a Real España y jugar con él algún día, pero si no recibe oportunidad tiene que tomar otro camino; lo decidieron él y mi papá.
¿Por qué no se quedó en la Máquina?
Por varias situaciones, una de ellas porque yo salí del club, al final no se pudo hacer nada. Lo llamaron de Marathón y él aceptó el ofrecimiento.
En relación a la muerte de Arnold Peralta, un buen amigo suyo, ¿cómo la ha asimilado?
A veces pienso en eso y se me vienen a la cabeza momentos especiales con ese loco, al siguiente día no fui a entrenar y mi técnico comprendió. Es lamentable, pero ya no se puede hacer nada, tan lejos y uno queriendo estar allí apoyando a la familia; era un gran compañero y se nos fue un gran jugador.
Ya cerrando, ¿qué debe hacer distinto para trascender en 2016?
Uno siempre se traza metas, en lo personal estar en el equipo y pelear el campeonato. Con la Selección quiero clasificar al hexagonal, es la meta de cada uno de los que representa al país y hay que trabajar duro.
