Manaos, Brasil.
Fue el gran ausente del partido inaugural del Mundial, que se perdió por una suspensión que arrastraba del repechaje ganado por Croacia ante Islandia, pero Mario Mandzukic pudo desquitarse este miércoles guiando a su equipo en la goleada 4-0 sobre Camerún, con un 'doblete'.
El atacante del Bayern de Múnich, club que dijo recientemente que desea abandonar, rindió a la altura de lo que se esperaba de él y fue el protagonista del equipo balcánico en un histórico 4-0, el mayor triunfo croata en una fase final mundialista.
Mandzukic volvió locos a los defensores cameruneses casi desde el principio y desde sus botas nació el primer gol, con un centro al área que terminó en un rechace para Ivan Perisic, que fue quien brindó la asistencia para que Ivica Olic pusiera el 1-0.
Poco después Olic estuvo a punto de lograr el segundo, asistido por Mandzukic, que se vistió en esa primera mitad de estrella en la sombra, al servicio del equipo.
De manera involuntaria, propició en el 40 que el partido quedara muy de cara para los suyos, cuando fue agredido por Alex Song, expulsado por esa acción.
En la segunda parte, tras el gol de Perisic para el 2-0, Mandzukic reivindicó su cuota de responsabilidad. Falló un mano a mano en el 50 ante Charles Itandje, pero luego demostró que no tenía la pólvora mojada.
Voló en el 61, alzándose sobre el resto para rematar de cabeza un saque de esquina y sellar el 3-0. En el 73, aprovechó un rechace del portero africano para lograr el cuarto, tras un disparo de su compañero Eduardo Da Silva, brasileño nacionalizado croata.
El segundo máximo anotador de la última Bundesliga (18 dianas) demostró en su estreno mundialista que llega a Brasil con ganas de confirmar el talento que ha evidenciado ya en Alemania. Próxima objetivo, México, con el que Croacia se jugará un pasaje para octavos de final en el cierre del grupo A.
