El Marathón va camino por la misma ruta del torneo anterior con un irregular rendimiento que tiene molesta a la afición de verdolaga y que ha descargado su sentimiento contra el entrenador Martín “Tato” García una vez que finalizó el partido que terminó en derrota 2-3 contra Victoria en el estadio Yankel Rosenthal.
El “Monstruo Verde” en este campeonato no logra regularidad, tiene tres derrotas, tres triunfos y es una completa montaña rusa que no tiene satisfecha tampoco a la directiva.
Este sábado en los minutos finales del partido ante la “jaiba” los aficionados esmeraldas, como ya es costumbre, se fueron a un lado del sector preferencial, exactamente donde está el banco de Marathón, para reclamarle fuertemente a Tato García el irregular rendimiento y una buena parte pedía la salida del uruguayo.
Martín salió al centro del campo para saludar a sus jugadores a pesar de la derrota y mientras iba camino al vestuario hubo algunos que tomaron el mismo camino en la gradería gritándole al DT que consumó la segunda derrota al hilo, el domingo anterior había caído ante uno de los más débiles de la competencia, el Honduras Progreso.
Esta situación incómoda no es la primera vez que la sufre Tato y tampoco ha sido el único, en el pasado este grupo de fanáticos lo ha hecho contra Héctor Vargas, Manuel Keosseián, Héctor Castellón, entre otros.
El árbitro tuvo que salir custodiado
Por su parte la cuartea arbitral comandada por Marvin Ortiz vivió momentos de nerviosismo al dar por finalizado el encuentro ya que los hinchas esmeraldas no se iban del estadio esperándolo por el sector que da acceso al camerino.
La Policía Nacional tuvo que llevar hasta la entrada del vestuario a los jueces protegiéndolos debido al lanzamiento de objetos, unos fanáticos sacaron billetes mostrándoselos al árbitro a quien acusaron de vender el partido.
Y es que la jugada que marcó la polémica se dio al minuto 78 cuando los futbolistas del conjunto sampedrano pedían al árbitro asistencia médica para Cristian Cálix que estaba tirado en el césped, sin embarco Ortiz ignoró esta petición y en la jugada siguiente Alex Vega, recién ingresado, anotó de pierna zurda el gol que significó el 2-2 y que cambió totalmente el juego.
Esto provocó la furia de futbolistas, cuerpo técnico y aficionados quienes le reclamaron a Ortiz y también a su asistente Jack Rodríguez quien le había indicada que atendiera la solicitud.
