La decepción fue el común denominador entre las reacciones en la plantilla Real España tras el bochornoso 4-1 recibido de Motagua, en el partido de ida del repechaje que los deja lejos de la semifinal.
“Jugamos mal, tuvimos 20 minutos fatales en el primer tiempo y por eso el 3-0 inicial”, dijo decaído Marcelo Macías, portero de la máquina amarilla, el hombre que recibió los cuatro tantos de las águilas azules.
“Lamentablemente hicimos sufrir a mucha gente, nos defraudamos a nosotros mismos y a nuestras familias”, agregó el meta uruguayo.
Aún con el cruce en contra de Macías habla de que aún faltan 90 minutos, “será difícil, pero hay que ganar allá (en Tegucigalpa)”.