Hubo lágrimas, gritos, risas, saltos, abrazos, una locura exquisita que duró tan solo un minuto.
El gol de Carlo Costly se celebró en cada rincón del país y permitió que generaciones que no vieron España 82 pudieran celebrar una anotación de la Selección Nacional en un mundial. Pese al empate y segundo gol de Ecuador, los catrachos no dejaron de alentar a la distancia a la Bicolor.
Vivieron con intensidad los 90 minutos y desde los parques centrales de San Pedro Sula y Tegucigalpa, sus trabajos, sus casas y centros de entretenimiento estuvieron rogando al cielo por el triunfo y, ya por último, por el empate. Esperaron el milagro hasta en los cuatro minutos de descuento. Grandes y pequeños no dejaron de soñar con un resultado que diera más posibilidades a la H de pasar a octavos. En las redes sociales se mostraron desilusionados, pero mantienen la esperanza que contra Suiza la Bicolor pueda hacer un mejor partido y lograr el milagro de avanzar a octavos de final.