El fútbol y el automovilismo parece que no tienen conexión alguna. Normalmente, los aficionados a ambos deportes apenas se solapan, y los intentos de aprovecharse de ambos deportes en una sola disciplina han sido escasos: por un lado, la SuperLeague Fórmula, una categoría en la que los equipos de fútbol tenían su propio monoplaza de competición; y también la A1 Grand Prix, que intentaba ser la Copa del Mundo del automovilismo. Sin embargo, hubo una entre el Chelsea FC y Sauber F1 Team que destacó bastante hace más de una década.
Chelsea y Sauber unieron fuerzas
En 2012, la escudería suiza Sauber y el Chelsea FC firmaron un acuerdo pionero que, por aquel entonces, supuso un gran cambio en el marketing deportivo tanto para la Fórmula 1 como para el fútbol. Impulsada por una campaña evocadora con leyendas como “Out of the Blue” y “True Blue”, la asociación incluyó la presencia mutua de logos en monoplazas y estadios, además de campañas de mercadotecnia conjunta y el intercambio de conocimientos en ciencia del deporte.
Este vínculo representó una alianza entre dos deportes totalmente distintos, que trataba de apelar tanto al talento emergente como a objetivos comerciales y de expansión internacional. Para Sauber, suponía una ventana a la amplia base de aficionados del fútbol global, además de una inyección de dinero muy necesaria para sus maltrechas cuentas; mientras que el Chelsea conseguía una entrada al glamour propio de la Fórmula 1.
La sociedad fue bastante breve, con apenas año y poco de duración, sobre todo por el bajo rendimiento en las apuestas online de los suizos, pero sigue siendo un crossover interesante entre dos deportes que poco tienen que ver.
Años después, Audi salta a la palestra
¿Y qué tiene que ver Audi en esta historia? Bastante más de lo que pudiera parecer. El histórico equipo de Peter Sauber terminó vendiéndose en el año 2023 a Audi, la marca premium del Grupo VAG. Desde el año 2026, el fabricante de los cuatro aros competirá desde la base de Hinwil y con una segunda sede en Neuberg (Alemania), alcanzando la máxima categoría del automovilismo por primera vez en su historia. Liderando al equipo estarán Mattia Binotto, histórico ingeniero de Ferrari, y Jonathan Wheatley, una de las claves del éxito de Red Bull en los últimos años. En los monoplazas estarán Nico Hülkenberg, quien recientemente logró su primer podio contra el pronóstico de la casa de apuestas; y Gabriel Bortoleto.
Además de la fuerte inversión de Audi, también está la inyección de capital estratégico de la Qatar Investment Authority, que compró un 30% de la propiedad del equipo para asegurar su crecimiento y competitividad; y que ya tiene una parte de Audi como fabricante automovilístico. La inversión de ambas empresas ya se está notando, habiendo elevado a Sauber desde los últimos puestos en la temporada 2024 a conseguir entrar en los puntos con asiduidad.
El reflote de la escudería atraerá, por seguro, a nuevos patrocinadores. ¿Volverá algún equipo a interesarse por este equipo y estampar su logo en el monoplaza? Todo será cuestión de tiempo.