A mediados de mayo el hondureño Ronald Quintero confía en lograr la hazaña final de llegar a la cima del Monte Everest, la montaña más alta de la superficie del planeta Tierra, con una altitud de 8,848 metros sobre el nivel del mar.
“Me siento muy honrado con todo el cariño y todas las buenas vibras que nos siguen enviando todos los catrachos alrededor del mundo”, le confesó Ronald a Grupo OPSA desde su campamento base en Nepal, que está a una altitud de 5,364 metros.
El frío y la altura no es ningún impedimento para el catracho de 40 años a la hora de revelar los detalles de su preparación “pues estoy en ruta a mi primera rotación de altura para medir aclimatación y vamos a ascender a 6 mil metros entre hoy y mañana”, detalló.
Llegar a la cumbre lo convertirá en el primer hondureño en lograrlo. “El Everest es el Everest y por eso tiene toda una historia, películas, documentales etc... Por eso estamos afinando detalles para llegar a la cima”.
Debido a la altura debe adaptarse, y el clima también juega un papel valioso. Por tal razón, junto al grupo que escala la cima del mundo, realiza prácticas físicas de forma diaria.
“Proyectamos empezar a monitorear el clima para mediados de mayo y estar listos para cuando se habrá una buena ventana de buen clima”, destacó el alpinista hondureño oriundo de Camasca, Intibucá.
El Monte Everest es un verdadero reto para todo apasionado por este deporte. Las estadísticas marcan que alrededor de 5,000 personas han logrado llegar a la cumbre.
La mayoría de las expediciones utilizan máscaras de oxígeno y tanques por encima de los 8,000 metros, a esta zona se denomina la zona de la muerte.
Durante el extenso recorrido los alpinistas, que siempre viajan en grupos, deben tener mucho cuidado de no sufrir lesiones, además de cuidarse de la falta de adaptación a la altura, agotamiento, hipotermia, caídas de bloques de hielo, grietas y otros casos como las avalanchas.
