Ciudad de Guatemala, Guatemala.
Al joven Milton Josué Núñez, le ha tocado reforzar la Selección Sub-23 de Honduras para completar los entrenamientos de Jorge Luis Pinto.
Tiene 16 años, es hijo del veterano jugador Milton “Tyson” Núñez, el ex jugador de la selección catracha y delantero activo de la Universidad de San Carlos de la liga chapina. Ayer el pequeño 'Tyson' como le dicen, estuvo entrenando con la Bicolor y nos revela que ha cumplido un sueño, pero quiere llegar a ser o superar a su padre.
“Siempre que vamos a los centros comerciales los aficionados se paran para sacarse fotos con él y nos toca esperarlo, como es buena gente no dice que no, todo el mundo le dice. Adiós 'Tyson”, dice el joven, quien está jugando en las reservas del Victoria.
“De mi papá saque el color jajaja y las bromas. Ya en serio, creo que también le saqué la velocidad, porque salto no tengo, pero yo prefiero correr que saltar”, dice.
Quiere brillar como su padre
“No quiero emular a mi papá, sino demostrar lo que yo tengo. Siempre que me da consejos me dice que haga las cosas por mí mismo y no por lo que dicen los demás, demostrar lo que yo tengo”, continúa.
Son pocos los hijos de futbolistas que han triunfado y Milton Josué no quiere ser parte de esas estadísticas.
“Hay mucha presión ser hijo de un jugador famoso, siempre tienen expectativas muy altas por el tipo de jugador que es mi papá y si no las cumplo voy a ser un fracaso y eso es difícil”, explica.
Milton Josué tiene doble nacionalidad, es honduro-uruguayo, nació cuando 'Tyson' brilló en el Nacional de Uruguay y ahora que ha estado en la Selección entrenando, ya comienza a sentir lo que vivió su padre cuando se puso la elástica de la H.
“Yo quisiera jugar en Europa”, expresa sin reparos.
Josué revela la admiración que siente por su padre, uno de los atacantes más queridos para la afición hondureña.
“Lo que me sorprende es que tiene 42 años y corre como si tuviera 16. Considero que el secreto de mi papá es que duerme mucho, lo hace las horas que tenga disponible. Yo no soy dormilón, aunque a veces me duermo en clase (risas)”, concluye.
