El Progreso, Honduras.
Héctor Castellón aún no da por perdida la posibilidad de clasificar al Honduras Progreso a la liguilla del torneo Apertura.
Si bien marchan penúltimos con 14 puntos, matemáticamente todavía pueden aspirar a un cupo.
El de Muchilena no la ha pasado bien en la liga. Él mismo lo reconoce, incluso puso tres veces su renuncia, pero debido a la confianza de la directiva promete quedarse con el equipo hasta el final.
¿Qué pasó con aquel Honduras que salió campeón y por qué tanta distancia con este?
Hay muchas situaciones que han pasado en el equipo, pero no soy de los que anda exteriorizándolas. No hemos podido encontrar ese buen rendimiento. Sin embargo, confío en que este equipo en cualquier momento se vuelve a reencontrar y será protagonista. Tiene fútbol, solo le hace falta contundencia arriba y atrás. Paradójicamente el departamento que reforzamos fue la defensa y ha sido la más goleada. Estamos pagando el precio en ese sentido.
Escuché por ahí que a Castellón se le perdió la varita mágica, ¿qué opina?
No tengo varita mágica porque no soy un mago. Soy un entrenador que trata de sacarle el máximo provecho a sus jugadores. Nada más.
¿El calendario que tienen por delante juega contra sus aspiraciones de liguilla?
Más que los rivales, nos ocupa más nuestro equipo, el tratar de encontrar un balance para volver a ser competitivos. Nos gusta el hecho de jugar contra Real España, Marathón, Vida y Olimpia. Nos motiva. Cuando fuimos campeones, al siguiente torneo estuvimos mal. En este hacemos una buena Concachampions, pero en el torneo andamos mal. Nos ha faltado estabilidad. No he podido hacer que el equipo encuentre eso.
¿Qué se le cruza por la mente cuando ve la tabla donde son penúltimos y tienen 28 goles en contra? Se pregunta, ¿qué ha pasado?
Me duele mucho por los directivos del equipo. Ellos han confiado en mí en todo momento. Yo me he querido ir, pero no me han dejado. Confían en mi trabajo. Eso me duele.
Han puesto todo de su parte y mi equipo en la liga no ha podido repuntar, le ha costado. Cumplí en la Concachampions. Les dije que no tenían por qué preocuparse. Pero sí me duele ver el equipo ahí porque no se lo merecen. Sobre todo Elías (Nazar), quien ha sido un bastión en este club.
Me siento apesarado por no darle mejores resultados. Eso sí, debo admitir que estoy contento por lo que se ha hecho en los tres torneos que llevo aquí: ganamos un campeonato, una buena Concachampions y un mal torneo.
¿Qué lo hizo retractarse?
El presidente. Usted sabe que con estos resultados cualquier equipo en la liga ya hubiese rescindido de mis servicios. Por el apoyo que me ha dado Elías es que sigo al frente del equipo, sino...no me cuesta irme. Sin embargo, no los puedo dejar tirados.
¿El barco está hundido?
Estamos penúltimos. Es complicado. El equipo no se merece estar allí por el esfuerzo de la directiva, pero los únicos que lo podemos sacar somos nosotros, cuerpo técnico y jugadores. Y sin duda alguna lo vamos a intentar.
En ese caso, el capitán es el último en irse...
Por eso no me he ido. He renunciado tres veces y no me han dejado ir. En apoyo a eso, voy con ellos hasta el fin.
