El técnico del Barcelona, Josep Guardiola, en una entrevista en Valencia habló de todo un poco, afirmando que para ser entrenador no es necesario haber jugado al fútbol y que José Mourinho 'es el mejor entrenador del mundo'.
Guardiola volvió a ser protagonista central de un acto del Banco Sabadell, que celebró este jueves sus 30 años en Valencia contando con el técnico del Barcelona, que fue sometido a un cuestionario. 1.500 clientes de la entidad bancaria asistieron en directo a la entrevista en la que Pep analizó la gestión de grupos.
'No hace falta haber jugado al fútbol para ser un gran entrenador; Sacchi cambió este deporte sin haber jugado y Mourinho es probablemente el mejor entrenador del mundo. Haber estado en un vestuario te da argumentos para ciertas situaciones, pero no haber estado te da otras ventajas', dijo Guardiola.
Señaló que cuando fue jugador sentía que ya no daba más, por eso se retiró, ya que también le puede pasar eso como técnico. 'Cuando era jugador, vi un momento en el que ya no daba más de sí. Un momento en el que estaba cansado y sé que como entrenador me pasará igual. Sé que llegará el día en que me cansaré y lo dejaré. Ojalá pueda llegar ese día, porque normalmente en la vida de los entrenadores te echan antes de que puedas elegir porque pierdes', declaró el técnico.
Guardiola se rindió a su estralla, el argentino Lionel Messi: 'No creo que vea a un jugador como él'.
Pep no sólo habló del argentino, sino también del resto de sus futbolistas: ''Si gano es porque tengo un equipazo y un presupuesto de 400 millones detrás. Si mis jugadores no fueran tan buena gente podría ganar algo, pero no doce de quince títulos. Y eso que soy listo que te cagas, a veces leo cosas que dicen de mí en los periódicos y ni yo las entiendo'.
El entrenador del Barcelona tiene claro que 'tengo la suerte de contar con una generación de jugadores única. Todo forma parte de la pasión. A estos futbolistas les sale de dentro jugar al fútbol, es algo que llevan en la sangre'.
Pep aseguró que 'el cariño y el roce es clave para un grupo. Alguien tiene que tomar decisiones y yo estoy ahí porque me pagan para hacerlo. Tener a 90.000 personas llamándote burro es duro, pero no lo es menos tener a 5.000. Sólo llegan los elegidos', comentó.