16/06/2025
07:30 AM

Exageraciones

Como producto de nuestra escasa autoestima y desconocimiento de los temas, muchos hondureños no somos objetivos en nuestros juicios y emitimos opiniones mezquinas a través de las cuales no reconocemos lo positivo de los compatriotas.

Como producto de nuestra escasa autoestima y desconocimiento de los temas, muchos hondureños no somos objetivos en nuestros juicios y emitimos opiniones mezquinas a través de las cuales no reconocemos lo positivo de los compatriotas. Esta forma de ser nos conduce al fracaso como país y el fútbol no es la excepción.

Durante el Torneo de Naciones de Centroamérica que finalizó el domingo en El Salvador, escuché y leí comentarios extraordinariamente alejados de la realidad que los partidos de fútbol disputados por Honduras nos demostraron.

Casi nadie valoró el hecho de que nuestro equipo desplegara un fútbol ofensivo y moderno, que tuviera más tiempo la pelota que sus rivales, que disparara más veces al arco y lanzara más tiros de esquina que sus rivales. La mayoría concentró sus opiniones en la edad del técnico Chelato Uclés y del delantero Wilmer Velásquez, quien, paradójicamente, se coronó campeón goleador del torneo. Da la impresión de que en nuestro país a las personas se les mide por los años y no por su capacidad. A usted le pueden perdonar que sea corrupto, ladrón y adúltero, pero nunca le perdonarán el paso de los años; el peor pecado que usted puede cometer en Honduras es envejecer.

La mayoría dice que la actuación de Honduras es el mayor fracaso de la historia y yo les puedo decir que son malintencionados y desconocen dicha historia, porque nuestro país incluso ha perdido o empatado en torneos similares jugando de local contra Nicaragua, El Salvador y Panamá cuando estos países eran mucho menos de lo que son hoy.

En el balance de los resultados obtenidos por la Selección, se perdió solamente ante el futuro campeón Costa Rica, único país que ha ido a los últimos dos mundiales y ha ganado seis de los 9 torneos Uncaf. Las personas deben entender que en un choque de fuerzas parejas cualquiera puede ganar y de hecho, Honduras, especialmente en el primer tiempo contra los ticos, tuvo mucha mala suerte para no marcar los goles que merecía por volumen de juego. El empate contra Panamá también estuvo dentro de lo previsible, ya que ese país es actual subcampeón de la Copa Oro y ratificó su poderío perdiendo apenas por penales el torneo centroamericano. La goleada 9x1 sobre Nicaragua sí es un récord, pues es la primera vez que Honduras marca tantos goles fuera de su casa, pero nuestra escasa autoestima nos impide resaltarlo.

Lo que sí me dio tristeza fue ver al D.C. United golear al Olimpia en nuestra tierra con la misma actitud displicente que los equipos mexicanos y sudamericanos mostraban cuando nos visitaban en los años sesenta. El periodismo no debe exagerar en sus apreciaciones porque distorsiona la realidad y produce daños irreversibles en futbolistas y entrenadores. Recomiendo nuevamente a nuestros jóvenes técnicos que inviertan tiempo y dinero en prepararse para poder reemplazar con éxito a los veteranos. Para eso deben viajar a recibir cursos y ver cómo se trabaja en los entrenamientos en países deportivamente mejor estructurados que el nuestro. México es la opción más asequible. La otra solución es solicitar que la Fenafuth traiga a Honduras técnicos calificados que dicten cursos de actualización.