El centrocampista Felipe Melo de Carvalho, autor del gol en meta propia que permitió el empate de Holanda en el partido que la clasificó a la fase semifinal del Mundial, dijo hoy estar 'destruido', ofreció disculpas a los brasileños por la eliminación y negó culpa en su expulsión.
'Estoy destruido por dentro. Es difícil llamar a casa y escuchar llorando al hijo y a la esposa. Pero el grupo está muy unido, aunque no vamos a encontrar otro así en la selección', sostuvo el jugador del Juventus italiano al término del encuentro disputado en el estadio Nelson Mandela, de Puerto Elizabeth.
'No tengo que ser culpado (por la eliminación). Cuando se habla de un equipo, todos tienen responsabilidades y yo tengo mi parte de culpa. Así como yo comencé la jugada del gol de Robinho, soy responsable como todos. Pido disculpas, pero no por mi falta (sobre Arjen Robben, que le costó la cartulina roja), sino porque fallamos y queríamos ser campeones mundiales', declaró.
Con aparente calma, Felipe Melo negó que hubiera agredido a Robben, como lo confirman las cámaras de la televisión oficial y fue la razón que llevó al árbitro japonés Yuichi Nishimura a expulsarlo con roja directa.
'Fue una falta a la que el árbitro le dio tarjeta roja. Pero no agredí a nadie. Tuve que pisar para sacarle el balón de las piernas. Yo no entré en la provocación de Robben', puntualizó.
JULIO CÉSAR: “ES UN RESULTADO QUE NADIE ESPERABA”
El guardameta Julio César afirmó ayer, entre lágrimas, que la selección brasileña quedó afectada emocionalmente por la eliminación del Mundial sudafricano, además de reconocer que Holanda fue un rival superior a su equipo y aceptar que falló en el gol que estableció el eventual empate.
“Es un resultado que nadie esperaba. Veníamos diciendo que el grupo estaba bastante seguro, confiado, unido, pero el fútbol tiene esas cosas y ahora tenemos que saber reaccionar porque el mundo no se acabó”, dijo desconsolado el guardameta del Inter de Milán.
Julio César atribuyó a un “cortocircuito” la jugada que terminó con un choque suyo con Felipe Melo, en el intento de cortar un centro desde la banda derecha, y trajo el gol en meta propia marcado por el centrocampista, que originó el 1-1.
ROBINHO: “ES UN DÍA TRISTE PARA LOS BRASILEÑOS”
El delantero Robinho atribuyó ayer a la desatención de su equipo en el segundo tiempo y al desperdicio de jugadas de gol en el primero la eliminación de Brasil del Mundial de Sudáfrica a manos de Holanda.
“El Mundial se decide en los detalles. En primer tiempo pudo haber terminado con una goleada nuestra, pero en el segundo entramos desatentos”, manifestó el delantero que juega en el Santos como cedido por el Manchester City.
Robinho marcó a los diez minutos el primer gol del partido disputado en Puerto Elizabeth, pero Holanda cambió la historia con dos goles en el periodo final.
“Lamentablemente hoy es un día triste para los brasileños. Pudo haber sido mejor pero, infelizmente no conseguimos la clasificación”, se lamentó Robson de Souza.