El año 2009 será recordado como el año más exitoso en la historia del fútbol de Honduras por su clasificación al Mundial de Sudáfrica 2010 y a los mundiales Sub-17 en Nigeria y Sub-20 de Egipto.
Además, se recordará que los partidos de las eliminatorias a Sudáfrica dieron momentos únicos de unidad a los hondureños, profundamente divididos a raíz de la crisis política, que comenzó el 28 de junio con la deposición del ex presidente Manuel Zelaya.
Desde 1982, cuando participaron en el Mundial de España, los hondureños lucharon con ahínco para volver a la máxima competencia del fútbol mundial; pero siempre habían fracaso en la penúltima o última ronda de los clasificatorios.
Sin embargo, en 2009 por un declive de Costa Rica tras un muy excelente comienzo y gracias a la ayuda de Estados Unidos, Honduras estalló en júbilo el 14 de octubre al clasificar a Sudáfrica.
Los seleccionados hondureños pensaban esa noche que habían quedado marginados de la justa mundial en el estadio Cuscatlán de El Salvador porque, pese a vencer a los locales 1-0 con anotación del ariete Carlos Pavón, se les esfumaba el sueño puesto que Costa Rica ganaba 2-1 en el estadio John F. Kennedy de Washington.
Pero a falta de veinte segundos para concluir el partido en Washington, Jonathan Bornstein logró la igualdad 2-2 de Estados Unidos con Costa Rica, lo que clasificó directamente a los catrachos por la zona de la Concacaf y envió a los ticos a la repesca que luego perderían contra Uruguay.
Incrédulos los jugadores hondureños que lloraban de amargura en el césped del Cuscatlán, cambiaron a lágrimas de felicidad tras el gol de Borstein y las calles de toda Honduras se llenaron de jubilosos aficionados celebrando la gesta añorada durante 27 años.
Los hondureños tocaron la gloria con una pléyade de jugadores que militan en ligas europeas, como David Suazo del Inter de Italia, Wilson Palacios del Tottenham de Inglaterra, Maynor Figueroa y Hendry Thomas del Wigan, Julio “Rambo” de León del Torino de Italia, Edgard álvarez del Bari también de Italia, Víctor Bernárdez del Anderlecht de Bélgica y Carlo Costly del Belchatow de Polonia.