Denovan Torres apareció en escena, llegó puntual. El nuevo portero de los Lobos de la UPN ha sido uno de los fichajes bomba luego de abandonar las filas del Marathón, club al que llegó en 2006 y ahora es parte de la historia.
Amante del campo, tiene un amplio ganado en su natal Victoria, Yoro, las cosas sencillas prevalecen en su vida a sus 32 años. Ser portero no estaba en sus planes y de niño siempre fue aplicado al estudio. Tiene vigente el sueño de estar en la Selección de Honduras, llenó de elogios a varios de sus colegas.
¿Fue un retroceso llegar a la UPN?
No, para nada. Este es un nuevo objetivo, una nueva meta, es una oportunidad para sobresalir más y por ahí estoy conociendo la institución, es un desafío a luchar.
¿Por qué se fue de Marathón?
Por cosas personales que me llevaron a tomar la decisión. Todavía tenía un año de contrato y yo platiqué con el presidente Orinson Amaya lo que yo estaba pasando, él siempre conmigo fue una buena persona y me entendió.
¿Le dolió salir?
Sí me da pesar, pero era lo mejor. Como que ya no estaba bien en la institución, entonces creo que fue lo mejor. Pero siempre siento nostalgia.
¿Qué le dice el tema de la Selección, espera un llamado?
Espero andar bien en el equipo para ser tomado en cuenta. En esta eliminatoria viene una nueva generación y con experiencia, esperemos estar en nuevo mundial. Gracias a Dios Honduras tiene buenos porteros, están Luis López, Harold Fonseca, Edrick Menjívar y eso es importante para no llegar al relajamiento.
![Denovan Torres fue clave para el título ganado por el Marathón en el 2018. Denovan Torres fue clave para el título ganado por el Marathón en el 2018.](http://www.laprensa.hn/binrepository/800x533/0c0/0d0/none/11004/SUGW/dambin-2022-07-16t183144-993_1999739_20220716183649.jpg)
¿Qué fue lo que le sedujo ponerse los guantes?
Yo estaba enfocado en mis estudios, y el fútbol no me gustaba, pero mi papá es gran futbolero y desde los 14 años me empezó a llevar al campo, él fue el que me llevó a ser portero.
¿Entonces no se visualizaba como un jugador profesional?
No, la verdad que no. Es que en el pueblo es complicado a la vida de acá. Yo estaba más enfocado en mis estudios, pero mi padre me decía que tenía que ser portero, que tengo buena altura, que los porteros se visten diferente, implementan su estilo, entonces así me fue gustando. Mi padre me obligaba a ir (a jugar), porque a mí no me gustaba mucho el fútbol, pero ya a la edad de 15 años se me dio la oportunidad de hacer una prueba con la Sub-17 con el profesor Miguel Escalante y ahí empecé agarrarlo en serio.
¿Qué es lo más difícil de ser portero?
El ser portero es una posición privilegiada, pero a la vez complicada, porque atrás de uno solo está la portería. Un error es un gol y otras veces es la pérdida de un partido. Somos seres humanos y estamos expuestos a equivocarnos. Cuando uno comete un error las noches son bastante difíciles, pero estoy agradecido con Dios por las bendiciones que me ha dado.
¿Su momento más complicado?
Fue un partido contra Comunicaciones en San Pedro Sula, bueno, no sé si era un centro el que estaba haciendo el muchacho ja, ja,ja, pero yo estaba mal ubicado, fue gol y con eso quedamos eliminados del torneo de la Concacaf. Fue la noche más larga que he tenido.
¿Qué piensa hacer cuando se quite los guantes?
Bueno, con mis amigos de infancia siempre me gusta ir al río, salir a jugar en las tardes, pero no de portero, que sea en el medio o volante. Pasar tiempo con mis padres.
¿Cuántas vacas tiene?
Ya son 25, ja, ja, ja y estoy agradecido con Dios por las oportunidades que me ha dado. Tenemos bastante tierra y allá no es muy costoso tener sus cosas en Victoria, Yoro.