Mientras más negra la noche, más cerca está el amanecer, este paradigma recae como anillo al dedo en los anécdotas de Ángel Gabriel Villatoro, el joven delantero de los Potros de Olancho FC, que estremeció al Olimpia en el estadio Nacional Chelato Uclés.
Con apenas 17 años recién cumplidos, el originario de San Francisco de Becerra, una aldea que está a 15 minutos de Juticalpa tomó reflectores tras estrenarse como goleador en Liga Nacional de Honduras luego de marcar el gol del triunfo de su equipo ante el conjunto merengue en la jornada 13 del Torneo Apertura.
Sin embargo, de tras de este momento triunfal, la vida le enseñó a Villatoro a convertirse en hombre desde muy chico, le ha tocado trabajar a muy temprana edad para ayudar con los gastos de la familia, tuvo que aceptar la partida de sus padre y hermanos a Estados Unidos para mejorar las condiciones y afrontó uno de los golpes más duros para él: la muerte de su abuela.
Ring, ring, ring... sonó el teléfono y el espigado ariete pampero atendió la llamada de Diario La Prensa, recién venía de la pulpería de comprar un jugó y frutas para desayunar, se puso cómodo y comenzó con la charla. “Ayer fue inolvidable. Le anoté al equipo de mis amores. No podía dormir, mi teléfono todavía no deja de sonar con tantas felicitaciones”.
LA ENTREVISTA
¿Cómo fue tu infancia?
Fue bonita, siempre estuve con una pelota a la par, pero también me tocó trabajar desde los 13 años, era ayudante de albañil con mi papá y en temporadas cargaba y descargaba fertilizantes en un agro comercial en Olancho, que es de mi representante (Manuel Rodríguez). Cuando mi padre se fue yo apoyaba en mi casa con el dinero que ganaba y de eso vivíamos con mi mamá y mis hermanos.
¿Sigues trabajando?
No, ya no, pero cuando estuve mi primer año en la Liga de Ascenso, sí, salía a las tres y me iba para el entrenamiento que iniciaba a las cuatro.
¿En el estudio cómo vas?
Me quede hasta tercero de ciclo porque en eso se fue mi familia y lo del fútbol, pero estoy pensando seguir estudiando computación o bachillerato en Juticalpa, allá hay más facilidades.
¿Siempre ha sido tu sueño ser futbolista?
Siempre he sido un amante del fútbol. Juego desde muy pequeño, recuerdo que en Ligas Menores fui goleador por varios años. Comencé desde los 10 y a las 15 años ha me tocó subir a Liga Mayor con el equipo de mi comunidad.
¿Cómo se dio tu saltó al Olancho?
Con el Becerra clasificamos a la departamental y nos enfrentamos a los Potrillos que es el mismo Olancho FC y lo dirigía el profe Humberto Rivera, él me vio y me dijo que le gustaba como jugaba y que me podía jalar al equipo. El destino es incierto, al profe Humberto le dieron segunda división al año siguiente y el no dudo en contar conmigo.
Contanos, ¿cómo fue esa experiencia?
El primer año no jugué un solo minuto porque tuve una lesión de tibia y peroné (esguince grado cuatro), pero me recuperé y acumulé minutos, es más disputé más de los solicitados a un Sub-20. Anoté dos goles al Estrella Roja y la final contra Lone FC jugué los 90‘.
¿Ya no vives con tu familia?
Siempre he vivido con mi familia, pero después de muerte de mi abuela (Vilma Villatoro) en 2020, mi papá (Don Gabriel Villatoro) decidió irse para Dallas, Texas, Estados Unidos, junto a uno de mis hermanos menor. Un año después se fue mi mamá (Rosa Mayorquín) con mi otro hermano.
¿Te tocó fuerte el fallecimiento de doña Vilma?
Sí, ella fue la que me crió, siempre estuve con ella. Mi papá se iba por varios meses a trabajar a Juticalpa o a Tegucigalpa y mi mamá también, entonces ella era esa mujer con la que siempre contaba. Su muerte ha sido uno de los golpes más fuertes en mi vida.
¿Por qué no te fuiste para Estados Unidos con tus padres?
Mi mamá solo llegó allá y ya quería mandarme a traer, pero lo que yo quiero es triunfar en el fútbol, y el equipo ya había ascendido, además tenía la confianza del cuerpo técnico.
Después de todo lo que me has contado, ¿con quién has vivido desde los 16 años?
Cuando mi mamá se fue, le vendieron la casa a un tío y yo alquile un cuarto en San Francisco de Becerra, aquí cerca vive una tía que me ayuda a lavarme la ropa y hacerme comida, pero el equipo me está arreglando un apartamento para así ya no viajar y evitar peligro porque yo me traslado en una moto que recién compre.
¿Tu familia es futbolera?
Mis papás fueron los primeros en llamarme ayer, estaban felices, ellos siempre han jugado fútbol, mi mamá jugó en varias ligas femeninas y mi papá fue jugador de segunda división.
Juegas a la par de futbolistas de renombre en Liga Nacional, ¿qué te dicen?
Ellos me aconsejan constante mente, me dicen que no baje los brazos, que me esmere y que me mentalice que no solo juegue por los minutos sub-20 sino porque tengo la calidad.
¿Cuál es tu sueño en este deporte?
Primeramente Dios, se me cumpla un día poder llegar a la Selección Nacional de Honduras. Muchas personas me dicen que aproveche la primera oportunidad que se me dé. Sería algo increíble ir a Indonesia.
OTRAS FRASES DE ÁNGEL VILLATORO
“El fútbol para mi es lo que amo y desde que jugaba en el ascenso yo me imaginaba brillando en Liga Nacional”.
“Así como ayer demostré que tengo hambre, lo puedo seguir demostrando y con poco”.
“Le prometí a mis padres que por el fútbol iba a conseguir visa y los iría a ver legalmente. Los extraño”.
DATOS DE ÁNGEL VILLATORO
Equipo: Olancho FC.
Dorsal:18.
Su debut: Disputó nueve minutos ante el Vida en la jornada 2.
Total de minutos en Primera División: 150’.
Primer gol en Liga Nacional: Ante Olimpia por la jornada 13 del Torneo Apertura 2022.
