Todos buscaban a la figura de la tarde del primer partido de la gran final y al aparecer en la zona mixta se sacudió la carga de elogios, “no soy héroe, lo es todo el equipo”, declaró Carlos Will Mejía, el hombre del tanto que le puso la mano olimpista a una de las orejas de la copa del Apertura 2011.
“Me toca ir a aportar lo que sé”, dijo el volante, exjugador de Marathón y Platense. “La moneda está en el aire y no se ha resuelto nada. Esperamos en Dios llegar a San Pedro y levantar la copa”, agregó el ahora apodado “Garrincha” por esas fintas que recuerdan al puntero derecho de Brasil.
Confesó Carlos Will que para salir adelante ha puesto en práctica los consejos del “Matador” Wilmer Velásquez: “Nos ha dicho que al estar en la banca no podemos sentirnos relegados, hay que sentirse como solución. Es importante el que está en la banca como el que está en el campo”.
Al entrar el técnico lo mandó a armar y ayudar en la marca, “me pidió ir y hacer daño”.
El triunfo en la ida deja ahora a los merengues como favoritos para la vuelta. Mejía no lo piensa así: “Con la ayuda de Dios levantaremos la copa en el Morazán, en el Olímpico o donde sea”, tomando en cuenta que “la mayoría de los que están en Olimpia tienen experiencia en finales. Somos locales donde sea. Ojalá cuente el gol”.
En cuanto a si el sábado veremos a un cuadro aurinegro nervioso expresó: “No, pero sí complicado. Tiene buenos jugadores y cuerpo técnico que hizo mejor las cosas en las dos vueltas. Tenemos que trabajar con humildad como lo hicimos en este momento”.