Carlos Tábora vive un momento de ensueño. A base de trabajo y espiritualidad fomentó al grupo de la Selección de Honduras que logró su boleto al Mundial de Corea del Sur Sub-20 y la meta siguiente luego del objetivo es obtener el título del Premundial que se realiza en Costa Rica.
El mérito del entrenador nacional está en formar la base del actual plantel juvenil desde hace cuatro años.
Bendecido y contento. Estamos disfrutando la clasificación y asumiendo las responsabilidades que se vienen.
Respirando tranquilo ya con el éxito asegurado. Lo importante es que hemos sabido canalizar y disfrutar el esfuerzo bajo presión y que lo llevamos a buen término.
¿Cúal es el éxito de la Selección?
El trabajo en equipo, eso es lo fundamental y sin eso es difícil alcanzar el éxito. Aquí aportamos todos y los jugadores han sido capaces de creer en su talento. Depositamos el trabajo en lo espiritual, en el Dios supremo.
Carlos Tábora vuelve a celebrar en Costa Rica como lo hizo en 2013 a nivel Sub-21.
Me encanta este estadio Nacional de San José. Nos hizo recordar esa final que ganamos con la Sub-21 y fue donde inició el ciclo olímpico y que terminó con el logro de un cuarto puesto en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Nos tocó el mismo camerino el miércoles y esperamos cerrar de muy buena forma en la final con el rival que nos toque.
¿Panamá y Costa Rica hicieron sacar la garra catracha?
Sin duda alguna. Fueron rivales complejos y disfrutamos esos partidos. Estamos a las puertas de la final y debemos asimilar estos momentos. Se adquiere experiencia y presentaremos a un grupo de jugadores que estará convencido en la parte anímica y profesional. Ellos deben entender que estos momentos solo pasan una vez en la vida y que deben disfrutarlo, pero bajo responsabilidad.
El objetivo primordial está cumplido, ahora buscan el título del Premundial Sub-20.
Vamos a pelear por el título, llegamos a la final con méritos propios y se puede ganar. Tenemos la posibilidad y es bonito momento el que tienen los jugadores.
¿Cómo manejó la situación que vivió Denil Maldonado?
Fue de cuerpo técnico, jugador, Federación, plantel de futbolistas y padres. Tratamos de hacer un lazo de lo mejor para el muchacho. Su familia le dio el respaldo y Denil tuvo fortaleza. Su familia decidió que debía continuar con nosotros. La decisión fue prudente e importante. Más allá del dolor que tenía Denil ahora está disfrutando.
¿Lo sucedido terminó de unir al grupo?
Son elementos que contribuyen, el entorno de un compañero en un grupo que se ha manejado a través de los años. La parte afectiva está presente de parte de todos nosotros. Hay solidez de grupo.
¿Qué función está realizando Denilson Costa?
Es el pastor espiritual de cabecera que tenemos acá en Costa Rica. Hay buena relación con él y lo contactamos. Tiene amor por Honduras y ha estado llevando la palabra de aliento y espiritual en cada uno de los partidos. Su aporte como exjugador también es importante.
¿Con la mente en la final, pero desde ya pensando en la preparación al Mundial?
Hay una proyección de lo que se puede venir para el Mundial, pero estamos enfocados en la final del domingo, después repasaremos lo que será la preparación porque el Mundial también ya está encima.
¿Los jugadores comienzan a ganarse su boleto al Mundial desde la final?
Sí, pero lo han hecho con méritos. Hay que esperar que se acerquen las fechas. Siempre pasan situaciones que no están a nuestro alcance y esperemos que todos puedan estar. Será muy importante que al retornar a sus clubes tengan esa vigencia competitiva.
Varios jugadores no fueron convocados ¿las puertas las tienen abiertas?
Siempre uno valora sus situaciones en los clubes de funcionamiento y rendimiento. Deben plasmarla en los microciclos en la cual nos da la pauta. Vamos a valorar a otros jugadores y se tomarán las respectivas decisiones del caso.
¿Desea tener a Rigoberto Rivas del Inter en sus microciclos?
Le seguimos la pista, lo observaremos y veremos qué posibilidades se presentan.
A este grupo lo ha manejado desde los 15 años cuando lograron el título de Concacaf en 2013.
De ese grupo ando a Michael Perelló, Dylan Andrade, Darixon Vuelto y Foslyn Grant, Jorge álvarez. Aquí hay un proceso y evidentemente hay jugadores que llegan a tener constancia y ganar experiencia.
¿Esta es su graduación?
Bendito Dios. Es parte de la profesión donde uno se fija metas y sueños.