28/04/2024
04:37 PM

Boniek García: 'Mi sueño era salir a Europa”

El volante hondureño le envía un mensaje a Chelato Uclés, quien lo hizo debutar.

Houston, Estados Unidos.

Su condición de figura dentro del Houston Dynamo no se pone en duda. Aquí, el hondureño Boniek García ha logrado echarse a la bolsa a la afición de los “orange” gracias a su carisma, pero sobre todo a sus condiciones.

Su imagen se destaca en las vallas publicitarias y en la cuña de TV. “Pone el ejemplo a los jóvenes”, dice el entrenador del club de la MLS estadounidense, Owen Coyle.

Luego de tres años en el club, Boniek se ha adaptado al estilo de vida de la Ciudad Espacial (con más de dos millones de habitantes). Comienza el día muy temprano en su faceta de padre de los gemelos Boniek Josué y Jaden Boniek y de la pequeña Ivania.

El volante mantiene intactas sus raíces, algo que le ha hecho ganarse el respeto no solo de sus compañeros, sino del cuerpo técnico.

¿Qué representa el Dynamo para usted?

Mucho. Fue el equipo que me dio la oportunidad de jugar en el extranjero. Me abrió las puertas. Tres años acá y me siguen tratando muy bien. Estoy contento. Mi contrato finaliza en diciembre; espero alargarlo y, si no, buscar otros horizontes.

¿Ha pensado cerrar su carrera en la MLS?

Si ellos me dan esa oportunidad, bienvenida sea. Si no, hay que darle vuelta a la página.

En el Houston Dynamo usted tiene trato de ídolo, ¿qué dice sobre eso?

Gracias a Dios con el trabajo que he hecho desde mi llegada me he ganado el privilegio de ser referente, pero aún así no puedo confiarme. Tengo que seguir demostrándolo en la cancha.

¿Cómo es Boniek García dentro del camerino?

Un tipo alegre, más con los compañeros. Trato de disfrutar al máximo, sonriendo.

¿Y fuera de la cancha?

Alegre. Es difícil que me enoje, pero a veces se me salen las bravuras.

Muchos de sus compañeros lo admiran, ¿a qué se debe?

Eso se debe al trabajo dentro y fuera de la cancha.

Foto: La Prensa

Alex López, Luis Garrido y Boniek García antes del entrenamiento con el Dynamo. Foto: Annie Lagos
El técnico Owen Coyle también se ha expresado muy bien sobre usted.

Eso se refleja en el trabajo que hago a diario en el entrenamiento y cuando me toca estar en la cancha.

¿Desea seguir en la MLS?

Tenía un sueño, pero a mi edad ya no puedo aspirar a más. Si se presenta una oportunidad fuera, bienvenida sea; si no es así, Dios mediante cerraré aquí mi carrera. Si no, buscaré otros horizontes.

¿Cuál era su sueño?

Mi sueño era salir a Europa, pero no se presentó esa oportunidad. Estoy contento. No me puedo quejar de lo que Dios me ha dado. Estoy agradecido por la oportunidad de venir. Hoy por hoy, jugadores de Europa están emigrando a la MLS y es una liga que se está fortaleciendo.

En el fútbol, ¿qué lo ha hecho llorar?

Las finales perdidas; todas me han hecho un nudo en la garganta.

¿Y en la Selección?

Obviamente, pero de alegría cuando clasificamos al Mundial.

El entrenador Chelato Uclés se encuentra delicado de salud, ¿está pendiente?

Es un duro momento por el que está pasando. Fue él que me hizo debutar en Olimpia y en la Selección Nacional. Espero que se recupere pronto. Hay que darle fuerza.

¿Qué recuerdos tiene de él?

Cuando me hizo debutar con la Selección ante Canadá (Copa Oro). Tengo una anécdota: le dijo a Wilson Palacios que lo iba a reservar para ese partido y que iba a ser el “gallo tapado”, pero me dio la oportunidad a mí. Desde allí jugué toda la Copa Oro y Wilson siguió de “gallo tapado”. Después lo empezó a meter; fue suplente.

SELECCIÓN NACIONAL

El inicio de este nuevo proceso ha resultado complejo, ¿habrá que llenarse de paciencia?

Hay que tener paciencia. Hemos pasado un momento duro. Después del Mundial vinieron cosas fuertes. Se han visto algunas mejoras, pero hay que seguir trabajando en ese sentido.

¿Se necesitará lo mismo con Jorge Luis Pinto?

Hay que tenerle paciencia tanto ustedes como prensa deportiva como nosotros los jugadores. Sabemos de la exigencia que el profe ejerce, pero estamos tratando de acostumbrarnos a lo que haga para sacar a la Selección adelante. No es fácil.