El Barcelona y el Real Madrid podrían compartir por unas horas alojamiento el próximo miércoles, en un hotel a escasos metros del Camp Nou, para preservar su seguridad ante la masiva protesta prevista por la plataforma 'Tsunami Democràtic' (Tsunami Democrático).
Así se desprende de diferentes informaciones publicadas este lunes, aunque no confirmadas a EFE por fuentes del club azulgrana. Según las mismas, el Barça cambiará su rutina previa y convocará a sus jugadores al mediodía del miércoles en un hotel situado a 600 metros del Camp Nou.
Posteriormente, los barcelonistas almorzarían juntos en el citado hotel y después de descansar se desplazarían hasta el estadio escoltados por los Mossos d'Esquadra.
El Real Madrid también estará alojado en el mismo hotel y el procedimiento de traslado sería el mismo. La decisión se ha tomado debido a la convocatoria realizada por Tsunami Democràtic.
La citada plataforma, surgida para responder al fallo del Tribunal Supremo en el caso del 'procés', ha convocado a una concentración el próximo miércoles a las 16:00 horas, cuatro horas antes del inicio del partido.
Hace un par de días, en respuesta a un cuestionario de preguntas formulado por el programa 'Preguntes Freqüents de TV3 (FAQSTV3)', Tsunami Democràtic dejó claro que su intención no es ni que el árbitro ni los dos equipos no puedan llegar al Camp Nou, ni tampoco que se suspenda el partido.
MÁXIMA SEGURIDAD
Con un amplio dispositivo de seguridad de 3.000 efectivos, las autoridades locales se preparan para proteger el particular Clásico entre Barcelona y Real Madrid en el que Lionel Messi, Sergio Ramos y compañía compartirán protagonismo con protestas de separatistas catalanes.La tensa situación en esta región del noreste de España en octubre, con manifestaciones constantes y fuertes disturbios, aplazó la celebración del encuentro, que no consiguió quedarse ajeno al conflicto político catalán.
Desde cuatro horas antes del pitido inicial, la misteriosa plataforma Tsunami Democrático ha convocado a sus militantes a concentrarse en los alrededores del estadio azulgrana del Camp Nou, lo que suscita incertidumbre sobre la celebración del partido.
'Se jugará, el Clásico se jugará', dijo el jueves el presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, un mantra repetido en los últimos días por autoridades deportivas, políticas y policiales en el país.
El operativo contará con unos 3.000 efectivos, un cordón de seguridad para evitar que las manifestaciones bloqueen las entradas y un refuerzo de los controles en los múltiples accesos al estadio.
En las gradas también se incrementará la presencia de agentes de seguridad privada, ante el temor de una invasión del estadio que provoque la interrupción del juego.