A los 29 años de edad, la mexicana Ana Guevara está negada a alejarse de los primeros planos del atletismo mundial y complementa sus entrenamientos con sesiones de meditación en las que se imagina llena de energía y sin lesiones.
“No es algo nuevo, lo hago desde el 2002 y ahora me hace bien; hago meditación guiada o sola; esto ayuda porque a veces el cuerpo se cansa y la mente debe decirle que aún falta trabajo”, explicó la corredora de 400 metros lisos, campeona mundial del 2003 y subcampeona olímpica en el 2004.
Ana medita en las mañanas, respira tranquila y se visualiza en la pista sin dolencias como la del talón que la aquejó en los dos últimos años en los que entrenó menos de lo necesario y como consecuencia perdió el número uno de la lista mundial.
Al terminar el entrenamiento de ayer en la Ciudad de México, Ana confesó estar viviendo una segunda etapa en su carrera en la que no tiene lesiones y mira el entrenamiento con la alegría de los niños a la hora del recreo.
“Lo importante es mantener el entusiasmo, uno hace un trabajo repetitivo por años y hay que convertirlo en algo como el recreo de los niños; siento diversión y mi chispa es la idea de volver a bajar de 49 segundos”, comentó la campeona mundial del 2003 con tiempo de 48.89 segundos, el mejor del planeta desde 1996.
Ana no ha podido bajar de 51:08 segundos en dos carreras este año, lo cual la sitúa apenas en el décimo lugar de la lista mundial; sin embargo, dice estar tranquila porque los malos resultados fueron consecuencia de un problema de salud superado.
“Me he recuperado y el próximo 8 de julio podría acercarme a un tiempo de 50.00 en París, después iré mejorando”, pronosticó.
