La aplicación de electricidad y láser junto con trabajos en la piscina son la rutina del delantero de la Selección Nacional de Costa RIca, Álvaro Saborío, durante esta semana.
Así es como el cuerpo médico de su club, el Real Salt Lake de Estados Unidos, intenta recuperarlo de la contractura que tiene en el muslo de la pierna izquierda.
Las luces de alarma se encendieron el sábado anterior, cuando el goleador de la Tricolor se resintió en el juego contra el Chicago Fire en la fecha número 13 de la MLS.
“En una de las primeras bolas que toqué como que piqué y ahí sentí un poco, pero no fue mucho como para salir. Después se va cargando la pierna y fue cuando sentí una contractura muy fuerte en el muslo izquierdo”, explicó Saborío.
La dolencia que padece el delantero no es tan grave, pero sí de cuidado de cara al juego eliminatorio que tendrá la Nacional frente a Honduras, el viernes 7 de junio.
Sabo aseguró que viajará a Costa Rica el domingo y no se entrenará por lo que queda de la semana. “Tengo como sangre en las fibras musculares de la zona afectada, pero estoy tranquilo y confío en que las sesiones de terapia sirvan”, declaró.
Saborío desconoce un tiempo aproximado de ausencia, ya que, según describió, eso dependerá de la evolución que logre día a día.
A la Selección Nacional se le avecinan tres juegos cruciales en la eliminatoria de la Concacaf por un cupo en el Mundial Brasil 2014.
Primero será el viernes 7 de junio, cuando reciba a Honduras. Posteriormente, el martes 11 visitará el Estadio Azteca para enfrentarse a México y el 18 recibe a Panamá.
Por tal razón, Álvaro Saborío desea estar al cien por ciento de su rendimiento para defender la casaca tricolor.
Por teléfono desde Utah, el atacante le confesó al periódico Al Día que siente temor por la posibilidad de una dolencia más seria. El ariete regresaba tras cinco semanas de ausencia por un desgarro en la misma zona del muslo izquierdo; de inmediato, todo fue preocupación para su club y para la Selección Nacional.
“No sentí que fuera igual a la lesión pasada, pero, como fue en la misma pierna y en una zona cercana, sí siento temor”, dijo.
Para Saborío “estar lesionado siempre es preocupante y dependiendo de la magnitud de la lesión sabré si jugaré con la selección o no. Falta ver el ultrasonido y de ahí sacar conclusiones para conocer la magnitud de la lesión, pero no siento que sea tan grave como la vez pasada”.
Saborío aclaró que no quiere arriesgarse y correr el peligro de agravar la lesión y quedar fuera más tiempo. “Para volver a jugar quiero llegar de la mejor manera. Con el técnico voy a hablar en el transcurso de esta semana para ver qué decisión tomamos”, enfatizó.
