El Flamengo ganó hoy el título de campeón brasileño en la Liga más igualada de los últimos tiempos gracias a la consistencia del grupo en la recta final del campeonato, cuando todos sus rivales flaquearon.
Con su victoria de hoy por 2-1 ante el Gremio, el campeón sumó 67 puntos, tan solo tres más que el año pasado, cuando el conjunto carioca se quedó fuera de la Copa Libertadores.
Esa cifra también sería insuficiente para amenazar al campeón de los tres últimos años, el Sao Paulo, que dominó el panorama brasileño en las tres temporadas en la que la Liga se juega con veinte equipos.
La clave del éxito del Flamengo residió en tres hombres, el delantero Adriano, goleador del campeonato con diecinueve, el media punta serbio Dejan Pétkovic, que lideró el ataque de los cariocas en partidos decisivos, y el volante chileno Claudio Maldonado.
El chileno llegó al equipo brasileño en agosto, a mitad de temporada, y aportó la consistencia defensiva que carecía el juego de los rojinegros.
Con Maldonado en el campo, el Flamengo jugó trece partidos, ganó diez, empató dos y tan solo perdió uno, lo que contribuyó a una espectacular reacción, que pasó de ocupar la décima posición a once puntos del líder en la jornada 21 a alcanzar el liderato en la penúltima jornada.
El Flamengo comenzó la Liga de forma irregular, a pesar de acabar de triunfar en el campeonato regional de Río de Janeiro, y pocos apostaban en el triunfo final porque, salvo Adriano, no se consideraba al resto del grupo como uno de los más completos del torneo.
La situación financiera del club era delicada, puesto que sin jugar la Libertadores, faltaron ingresos para saldar las deudas e invertir en jugadores.
La llegada del propio Pétkovic estuvo envuelta en polémica, porque nadie en el club lo quería, pero él, que llevaba cinco meses sin equipo, pidió ser fichado a cambio de cancelar una millonaria deuda antigua.
Tropiezo tras tropiezo, incluida una apabullante goleada por 5-0 sufrida ante el humilde Coritiba, precipitaron el despido del técnico Cuca.
En la jornada 13, el interino Jorge Luis Andrade asumió las riendas del equipo y sus dos primeros resultados positivos, dos victorias ante el Santos y el Atlético Mineiro, entonces líder del torneo, llevaron a los propios jugadores a pedir su permanencia.
La confirmación de Andrade, sin embargo, no sería un mar de rosas y el equipo anduvo a la deriva hasta la mitad del campeonato, cuando encadenó tres derrotas consecutivas que dejaron en la mitad de la tabla, más cerca del descenso que del líder Palmeiras.
Entonces llegó Maldonado y la reacción del equipo, a la que también contribuyó de forma decisiva el aporte del veterano Pétkovic, quien sirvió al Real Madrid en los años 90.
El Flamengo se hinchó de moral con las revanchas contra el Fluminense (2-0) tras la eliminación en la primera fase de la Copa Sudamericana y sobre el Coritiba (3-0).
El equipo mostró su fuerza con triunfos ante los favoritos al título como el Sao Paulo (2-1) y el Palmeiras (0-2) de forma consecutiva, que lo llevaron a encadenar una racha de siete victorias y tres empates, que lo dejó a tres puntos del líder en la jornada 31.
Entonces, los cariocas se frenaron en seco con una derrota 2-0 en la visita al Baruerí, en un partido en el que saltó el escándalo porque un rival admitió haber recibido dinero del Cruzeiro por la victoria.
Esa derrota y la lesión de Maldonado parecía que iban a reducir las opciones de los cariocas, pero ni el Palmeiras ni el Sao Paulo supieron aprovechar la ventaja que ambos tuvieron en la cabeza de la tabla, perdiendo partidos fundamentales.
Los de Río de Janeiro tampoco ganaron todos los puntos, pero sin hacer mucho ruido se hicieron con el primer puesto la semana pasada con una victoria sobre el Corinthians y hoy, en el día decisivo, lograron aguantar el liderato ante el Gremio en un Maracaná lleno para alzarse con el trofeo.