Este Día de la Mujer Hondureña, destacamos la labor de Karen Madrid, quien
a través de su fundación Honduras Social ejecuta diferentes programas sociales enfocados al desarrollo social y económico de las poblaciones excluidas de nuestro país.
Sus inicios. Karen Yesenia Madrid Morales es una contadora pública y emprendedora social sampedrana de 36 años. Sus padres, Melvin Madrid, un químico textil, y su madre, Francis Morales, talentosa decoradora de interiores, le brindaron una infancia tranquila.
“Vengo de una familia hermosa, mis padres son lo más perfecto que pude pedir, ellos son el primer regalo de Dios a mi vida, recibimos junto a mis hermanos la máxima expresión del amor, entrega, cuidados y educación”.
Creció en un hogar bondadoso, con principios cristianos, en donde el amor al prójimo era inherente a lo exterior, lo consideró un privilegio y lo tomó como un propósito, el poder realizar labores humanitarias.
“Fueron otras situaciones las que me llevaron a descubrir mi gran pasión por el liderazgo social, sentí en mí profundamente, aún sin recursos y con muchas cosas en contra, pero supe que ese era mi propósito y tomé la decisión de dedicar cada día de mi vida a trabajar para impactar positivamente en las personas”, expresa Madrid.
Se casó con Yova, padre de sus tres hijos adorados: Alejandro, Sebastián y Titi, “ellos son mi mundo entero, son las personas que cambiaron mi vida”, expresó. Y aunque ya se sentía fuertemente atraída por el servicio a los demás y ya era voluntaria en un centro de niños y jóvenes con discapacidad en San Manuel, Cortés, fue una experiencia propia que la llevó al emprendimiento social.
Eso fue cuando su hijo mayor, Isaac Alejandro, ahora un joven de 17 años, fue diagnosticado con Asperger (una condición de autismo leve), condición por la cual fue excluido de varias escuelas en San Pedro Sula.
“Junto a mi mamá vivimos situaciones muy dolorosas por el rechazo a mi hijo, buscábamos escuelas inclusivas mientras escuchábamos al niño preguntar por qué no era aceptado en todas esas escuelas. Pero algo aconteció que impactó profundamente en mí, ya que una directora de uno de los centros educativos usó palabras muy despectivas, incluso tomó la decisión de excluirlo de su graduación del kínder porque el niño era muy inquieto”.
Tras denunciar el hecho, logró que el ministro de Educación enviara un inspector a la escuela para que su hijo pudiese asistir a su primera graduación. De esta lamentable forma conoció la falta de inclusión que existe en nuestro país, lo cual la motivó a crear en 2011 un proyecto llamado Honduras Social que busca generar inclusión y oportunidades a las personas sin importar su condición, estatus social o económico, etnia y demás.
“Aún no somos lo que soñamos, pero hemos logrando con muchos años de esfuerzo y apoyo de mi familia y voluntarios de gran corazón ser una fundación que ahora cuenta con diferentes programas sociales enfocados al desarrollo social y económico de las poblaciones excluidas: mujeres, personas con discapacidad y de las etnias para vincularlas a la educación y el emprendimiento”, pronunció.
Necesidades. La inclusión educativa en Honduras es complicada, cambiar la forma de pensar de muchas personas para que entiendan la magnitud de este tema no es tarea de una organización o de unas pocas personas.
Entre los programas de emprendimiento que tienen activo actualmente es el de Professional Fellows (Programa de ITD y el Departamento de Estado de Estados Unidos de América) se realiza en tres países del triángulo norte (Honduras, El Salvador y Guatemala) con objetivos de empoderar más líderes sociales para mitigar la migración y desempleo en zonas rurales. La fundación requiere de su ayuda, necesita de un espacio físico, voluntarios, mobiliario y equipo, así como donaciones económicas. Si desea ayudar puede contáctarlos por Facebook: Honduras Social o escribir al correo: hondurasocial2016@gmail.com.
Karen Madrid, solicita al alcalde sampedrano Roberto Contreras de su ayuda. “Me gustaría tener la oportunidad de presentarle lo que hacemos a través de nuestra fundación, los resultados e impacto que podríamos causar si nos acuerpa una institución gubernamental, ya que como emprendedora social no puedo continuar sola porque los compromisos son grandes”.
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