REDACCIÓN. Los niños y adolescentes que atraviesan la separación de sus padres suelen tener muchas consecuencias a corto y largo plazo. Lamentablemente, a veces los adultos no logran evitar los problemas que un matrimonio fallido desencadena en sus hijos y, en el peor de los casos tampoco son capaces de identificarlos.
El divorcio es un tema muy delicado, puesto que se trata de una familia en la cual los niños nacieron y se acostumbraron a vivir, por consiguiente, no es nada fácil asimilar la ausencia de uno de sus padres en casa, ya que sienten que el apoyo, amor y seguridad que necesitan se ve quebrantado.
Por ello, es muy importante tomar el divorcio con la debida madurez y responsabilidad, para así suavizar el golpe que este provoca en los diferentes ámbitos de la vida de un infante.
“Ante una separación, un niño puede mostrar problemas de conducta, debido a que en esa etapa de la vida estamos aprendiendo acerca de nuestras emociones y cómo expresarlas, por lo tanto, la carga emocional del proceso se puede manifestar de esa forma”, explica Julissa Ortega, especialista en psicología educativa.
Asimismo, indica que dependiendo de la edad del niño se pueden presentar regresiones, es decir, que haga nuevamente cosas que ya había avanzado en su etapa de desarrollo.
Además, es muy común que haya un cambio en sus hábitos. “En niños mayores se puede dar que sienta culpa o la necesidad de apoyar a uno de los padres, también es muy común que piensen en la opinión de sus amigos y compañeros”, señala Ortega.
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CONVIVENCIA DIVIDIDA
Entre las dudas de este proceso, la adaptación a la convivencia compartida es una de las más frecuentes. La experta señala que se debe comenzar por una buena comunicación de parte de los padres, “ellos son los adultos encargados de guiar al niño así que es importante que establezcan las mismas reglas y que no creen un ambiente confuso para el niño”.
En muchos casos, los niños deberán acostumbrarse a ver a su papá o mamá con otra pareja, es por ello que se debe considerar lo siguiente:
- Establecer una rutina y explicarla con claridad al menor.
- Respetar el proceso del niño para adaptarse al cambio.
- Que exista mucho respeto en todas las partes involucradas, incluso si uno de los padres tiene una nueva pareja.
- Crear un ambiente seguro y apto para su desarrollo.
¿CÓMO ABORDAR EL TEMA SEGÚN LA EDAD DEL NIÑO?
La psicóloga enfatiza que es importante dar el espacio para que el niño pueda expresar su opinión desde su propio punto de vista, ya que así no se minimiza o exagera la situación.
“Esta forma permite poder establecer una comunicación adecuada con la que no dejamos fuera los sentimientos de los niños”, explica Ortega.
Por otra parte, a los niños pequeños se les puede ayudar a expresar sus emociones a través de juegos o historias, para que así tengan una fácil compresión y no se sientan confundidos, mientras que, en niños más grandes o adolescentes, se les debe permitir expresar los sentimientos tanto positivos como negativos.
Ya que, en nuestra sociedad no es del todo extraño que los adolescentes opten por conductas delictivas, de drogadicción, de vagancia o de bajo rendimiento escolar..
CUSTODIA COMPARTIDA
La custodia compartida no significa que los hijos deben estar exactamente al mismo tiempo con el padre y con la madre, sino a la responsabilidad de ambos en contribuir a las necesidades económicas, emocionales y educativas de sus primogénitos, basado en sus recursos disponibles.
CONSECUENCIAS
Entre las consecuencias que provoca un divorcio en los niños, la experta destaca las siguientes:
* Bajo rendimiento académico
* Malas maneras de relacionarse con otros niños
* Dejar de hacer actividades que le gustan
* Repercusiones en su salud emocional y física
* Sentimientos de culpa
* Mal desarrollo de sus habilidades y destrezas
¿CÓMO REDUCIR EL IMPACTO?
1 Tener buena comunicación tanto con la pareja como con el niño, hablar siempre con la verdad.
2 No dejarlo fuera, el niño merece saber qué es lo que está sucediendo.
3 Darle espacio para preguntar y comprobar su comprensión.
4 Buscar el apoyo adecuado para todos los miembros de la familia.
5 Explicarle qué cambios habrá y cómo se darán.
6 No utilizar al niño para influir en su pareja.
