Familia y Hogar
SAN PEDRO SULA.
Cuando la mujer entra a la menopausia debe cuidar con más dedicación su piel, ya que esta puede sufrir por la deficiencia de estrógenos.
Esta deficiencia lo que provoca es una producción menor de grasa, menos sudor, así como un disminución parcial de su temperatura y un aumento de la permeabilidad y reactividad vascular, acortando el espesor de la dermis y epidermis, y evidenciándose un descenso del colágeno cutáneo y un envejecimiento global de la piel. Como consecuencia de estos cambios fisiológicos, la piel se vuelve más seca, escamosa y menos elástica, con el consiguente aumento de las arrugas cutáneas.
“Las mucosas pierden su grado de humedad. Las uñas crecen más lentamente, se hacen más frágiles, y con facilidad aparecen estrías y surcos en la superficie de la piel. El vello en general, y sobre todo el axilar y pubiano disminuyen”, asegura la dermatóloga Aurora Guerra Tapia, de España.
La doctora Guerra recomienda para la piel algunos tratamiento tópicos como el ácido retinoico, el ácido glicólico y la vitamina C.
El ciclo del cabello se reduce, resultando un pelo cada vez más fino y más corto, que da lugar a cierto grado de alopecia de forma similar a la que se presenta en el varón. Por el contrario, en muchas mujeres aparece un aumento del pelo de la zona de la barba y del bigote que les da aspecto masculino.
El envejecimiento es fruto de tres componentes: uno es el cronológico, dado que probablemente existe una programación genética, a modo de reloj biológico situada en cada célula en lugar central como puede ser el cerebro. Es intrínseco, gradual e inevitable.
Alimentación.
La máster en nutrición, Norma Coello, indica que las mujeres que entran a los 50 años deben cuidar sus huesos con alimentos ricos en calcio: leche de soya, tofu, almendras, vegetales verdes como el brócoli, los berros, las espinacas y legumbres como los frijoles blancos y las lentejas.
En la tercera edad, se debe aumentar el consumo de frutas, verduras y legumbres. Es importante disminuir el consumo de azúcar y de sal en la dieta, ya que en esta etapa la mayoría de las personas padecen de hipertensión y diabetes tipo 2.
Siguiendo una alimentación sana logrará mantener la piel fresca, limpia y suave.
Mantenga una correcta limpieza para disminuir el riesgo de manchas y arrugas en el rostro
Cuidados generales
El dermatólogo Jorge López explica que las mujeres maduras no deben descuidar su escote, ya que esa zona está revestida por una piel fina y que se deshidrata con rapidez, lo que facilita que parezcan las arrugas cruzadas en el escote y en el cuello. Además posee menos melanocitos (células productoras de melanina, el pigmento que da el color a la piel y protege de los rayos ultravioletas del sol).
En el rostro, escote y cuello es importante que use a diario una crema especial para cada zona.
No se olvide de usar un protector solar, por lo menos dos veces al día.
En casos muy extremos de arrugas en esa zona, se puede recurrir a un “lifting”, el cual consiste en estirar la piel mediante incisiones en el área de la nuca y la raíz del cabello. A menudo se suele practicar una pequeña incisión bajo la barbilla para eliminar el exceso de grasa o papada.
Consejos para evitar que se dañe la piel: siempre debe estar bien hidratada, beber entre dos a cuatro litros de agua diaria.
Aumente su consumo si se expone a los rayos del sol. Use pantallas solares en edades maduras con factor de protección solar (FPS) de 50, especialmente en pacientes con melasmas o manchas en cara o escote, ya sea por uso de anticonceptivo orales, medicamentos o en el embarazo. No exponerse mucho al sol.