Los gritos afectan la autoestima de los niños  

Los pequeños que viven entre gritos e insultos tienden a convertirse en personas amargadas y agresivas

San Pedro Sula, Honduras.

Muchas veces los padres recurren a los gritos para reprender al niño, pero esta no es la forma adecuada de corregir al menor.

Gritarle al pequeño constantemente tiene consecuencias negativas en su vida. Un estudio realizado por las Universidades de Pittsburgh y Michigan y publicado en la revista Child Development encontró que los niños que vivían en hogares donde se les gritaba e insultaba con frecuencia desarrollaban problemas de conducta.

“Hay padres que creen que al gritar tienen un mejor control sobre sus hijos, pero no es cierto. Los pequeños que viven entre gritos van adoptando una conducta agresiva”, explica la psicóloga Isis Cardona.

No lo avergüence

Levantarle la voz al niño en público tampoco es conveniente. “Cuando le gritan al pequeño en frente de sus amigos o de otras personas, este se siente avergonzado y su autoestima se daña; ya no mira a sus progenitores como una figura de autoridad, sino que empieza a verlos con temor”, expresa.

La experta recomienda a los padres aprender a controlar su enojo y emociones. “Si le ha gritado al menor es fundamental pedirle perdón y decirle que lo ama mucho y que lo hizo en un momento de enojo”, concluye.

Claves para el autocontrol

Isis Cardona aconseja a los padres respirar hondo y reprender al menor cuando ya se ha calmado su enojo a fin de evitar gritarle o insultarlo.

Si el progenitor ya no puede controlar su enojo y considera que es una persona agresiva debe buscar un especialista para controlar su ira.