Familia y Hogar
San Pedro Sula, Honduras.
El divorcio es una situación dolorosa y más aún cuando hay hijos de por medio. Para los niños, la separación de los padres es un duro golpe, puesto que tienen la ilusión de que papá y mamá estarán juntos para siempre.
El psicólogo José Manuel Aguilar Cuenca comenta que los progenitores deben tener una actitud de madurez en esta etapa.
“Tienen que enfrentar el divorcio de manera pacífica y respetuosa, asumiendo que la estabilidad de sus hijos depende en gran medida de ellos”, aconseja Aguilar.
Por otra parte, la psicóloga y consejera familiar Rosario Murillo indica que, “los padres se separan únicamente de su cónyuge pero no de sus hijos”. Algo que muchos olvidan en ese proceso y lo cual lastima más a los pequeños.
Consejos a los padres
La especialista manifiesta que la separación afecta a los hijos de acuerdo a cómo los progenitores manejen las circunstancias. Agrega que no es conveniente involucrar a los niños en los problemas que causaron la ruptura, por ejemplo: infidelidades, desacuerdos económicos, peleas, entre otros factores.
“Las diferencias tienen que hablarse entre adultos y no comentarlas con los hijos, pues esto los daña profundamente”, explica Murillo.
Otro consejo importante que aporta la experta es no hablarle mal de la expareja a los vástagos.
“Esto solo contamina el corazón de los niños y genera resentimientos”, concluye la psicóloga.
Pautas a seguir:
Los padres tienen que ayudar a los hijos a que entiendan que sus hábitos de vida van a cambiar y que tendrán que construir nuevas rutinas. Poco a poco los niños se acostumbrarán a vivir en casas distintas.
Es tarea de ambos progenitores ayudar a sus hijos para que sepan manejar sentimientos como la tristeza, inseguridad, miedo o el desánimo. Los cuales es común que aparezcan tras la separación de la pareja. Para esto, los excónyuges necesitan aprender a controlar sus propias emociones.
En esta etapa, los hijos necesitan más amor, atención y apoyo que nunca. Ser indiferente en este proceso puede causar depresión en los niños. Por otra parte, al reunirse con su expareja no se recomienda discutir delante del pequeño.
El divorcio es una situación dolorosa y más aún cuando hay hijos de por medio. Para los niños, la separación de los padres es un duro golpe, puesto que tienen la ilusión de que papá y mamá estarán juntos para siempre.
El psicólogo José Manuel Aguilar Cuenca comenta que los progenitores deben tener una actitud de madurez en esta etapa.
“Tienen que enfrentar el divorcio de manera pacífica y respetuosa, asumiendo que la estabilidad de sus hijos depende en gran medida de ellos”, aconseja Aguilar.
Por otra parte, la psicóloga y consejera familiar Rosario Murillo indica que, “los padres se separan únicamente de su cónyuge pero no de sus hijos”. Algo que muchos olvidan en ese proceso y lo cual lastima más a los pequeños.
Consejos a los padres
La especialista manifiesta que la separación afecta a los hijos de acuerdo a cómo los progenitores manejen las circunstancias. Agrega que no es conveniente involucrar a los niños en los problemas que causaron la ruptura, por ejemplo: infidelidades, desacuerdos económicos, peleas, entre otros factores.
“Las diferencias tienen que hablarse entre adultos y no comentarlas con los hijos, pues esto los daña profundamente”, explica Murillo.
Otro consejo importante que aporta la experta es no hablarle mal de la expareja a los vástagos.
“Esto solo contamina el corazón de los niños y genera resentimientos”, concluye la psicóloga.
Pautas a seguir:
Los padres tienen que ayudar a los hijos a que entiendan que sus hábitos de vida van a cambiar y que tendrán que construir nuevas rutinas. Poco a poco los niños se acostumbrarán a vivir en casas distintas.
Es tarea de ambos progenitores ayudar a sus hijos para que sepan manejar sentimientos como la tristeza, inseguridad, miedo o el desánimo. Los cuales es común que aparezcan tras la separación de la pareja. Para esto, los excónyuges necesitan aprender a controlar sus propias emociones.
En esta etapa, los hijos necesitan más amor, atención y apoyo que nunca. Ser indiferente en este proceso puede causar depresión en los niños. Por otra parte, al reunirse con su expareja no se recomienda discutir delante del pequeño.