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Segorbe, la ruta con sabor a aceite de oliva

  • 18 noviembre 2015 /

Segorbe es una villa donde sus habitantes conservan casi intactas algunas tradiciones milenarias.

España.

Este es un recorrido turístico lubricado por delicioso aceite de oliva. Por la mañana los turistas parten de Valencia para descubrir los placeres gastronómicos y culturales de Segorbe, una villa situada a menos de una hora de distancia, donde sus habitantes conservan casi intactas algunas tradiciones milenarias.

Una de ellas es la Entrada de Toros y Caballos, una fiesta cuyo origen se remonta al siglo 14 y fue declarada Bien de Interés Cultural Inmaterial por las autoridades españolas en 2011.

Esta celebración atrae cada año, durante la segunda semana de septiembre (en 2016 será del 5 al 11), a medio millón de personas que buscan un huequito en la Calle Colón para ver el paso de 13 jinetes ataviados con su clásica camisa blanca, chaleco negro y pañuelo rojo y acompañados por seis bravos toros.

Foto: La Prensa


'Los toros ni se lidian ni se matan', aclara Teresa Lasco, directora del Museo del Aceite de Segorbe y guía turística, 'incluso existe una multa de 300 a 600 euros para quien les pegue. 'En el Centro de Interpretación de la Entrada de Toros y Caballos, los visitantes se acercan a esta experiencia fuera de los días en que se celebra.

Se trata de una muestra interactiva donde a través de fotografías, prendas y audios de miembros de la comunidad, se comprende la importancia de esta costumbre segorbina.

Lo mejor es el video que muestra desde varios ángulos los momentos clave de la Entrada, desde la perspectiva de los jinetes y la del público.

Siempre a pie por las callecitas de la villa, siguen a Teresa hasta la Catedral de Segorbe, de estilo gótico, construida en el siglo 13, adosada a la muralla medieval que alguna vez sirvió para proteger estas tierras. Ahí lo imperdible es asomarse al Museo Catedralicio, a donde se llega subiendo una escalera que data del siglo 18: en su colección figura un relieve italiano de mármol de Carrara, atribuido a Donatello.

Más tarde, la verdadera misión es envolverse en la suculenta gastronomía local, donde los olivos tienen un papel estelar.
'Tenemos una variedad de aceituna única, la Serrana de Espadán, que solamente se da aquí en nuestra zona', destaca José Luis Calte, segorbino de nacimiento y gerente de Belluga Gourmet.

Luego se llega al Museo del Aceite, estrenado en 2006 por la empresa familiar Belluga y distinguido con el Primer Premio Nacional a la Promoción y Difusión de la Cultura del Olivo. Se recorre cada sala, donde se exhiben artefactos antiguos, como una almazara, usados en la producción de aceite.

Foto: La Prensa


Destaca la reproducción digital de un olivo de mil 500 años de antigüedad, que cuenta la historia del producto en este terruño. Luego los turistas participan en una cata donde no solo se saborea el untoso manjar, sino que se prueba algunos de los productos cosméticos como labiales.

Junto al museo hay un jardín donde habitan variedades de olivo de España, Italia y Grecia, también abierto a los visitantes. En la parte de arriba, la casa rural ofrece alojamiento.

Para viajar a Segorbe y hacer oleoturismo hay dos épocas muy buenas, sugiere José Luis: en la primavera, cuando los olivos están en flor y el clima es muy agradable.

'Otro buen momento es exactamente ahora, que estamos haciendo la recolección y la elaboración, con lo cual también cabría la posibilidad de visitar una almazara en funcionamiento', explica.

El periodo de recolección usualmente comienza a mediados de octubre y se extiende hasta mediados de diciembre.