05/12/2025
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Los baños de arena en Marruecos

  • 16 septiembre 2015 /

Más allá del tradicional paseo en camello y de dormir en las jaimas de los bereberes, los viajeros llegan a enterrarse en la arena caliente.

Merzouga, Marruecos.

Al pie de las primeras dunas del Sahara, tribus antes nómadas se adaptan a los nuevos tiempos. La denominada 'arenoterapia' (baños de arena) es una actividad en pleno auge.

Mientras el sol matinal pugna por aparecer detrás de las cimas de Erg Chebbi, las más altas de Marruecos, unos jóvenes ya cavan decenas de agujeros cerca de las jaimas que servirán para albergar a los turistas.

Muchos de ellos son de la tribu bereber de los Ait Atta, antiguos nómadas que vivieron mucho tiempo del comercio transsahariano. De esa época subsiste, en los confines del sur marroquí, un cartel que indica la dirección de Tumbuctú (Malí), a 52 días en camello.

Durante la colonización, el desarrollo de las actividades mineras y la emergencia de centros urbanos, así como la demarcación de la frontera argelomarroquí, acabaron con este modo de vida y tuvieron que inventarse nuevas formas de subsistencia.

Gracias a su erg (región arenosa) de 20 kilómetros de largo y cinco de ancho, el pueblo de Merzouga ha sabido explotar los beneficios a la salud.

Más allá del tradicional paseo en camello y de dormir en las jaimas de los bereberes, los viajeros llegan a enterrarse en la arena caliente durante una decena de minutos y a degustar platos a base de plantas medicinales.

Este calor 'relajante' cura, según sus adeptos, las reúmas, la poliartritis, las lumbalgias y algunas enfermedades de la piel. Al igual que el sauna, también facilita la eliminación de toxinas. Y al parecer, es un excelente exfoliante.

Foto: La Prensa