18/12/2025
02:58 PM

Más que un oficio, un verdadero arte

Desde muy temprano, Juan Carlos Hernández se levanta y se dirige a su trabajo, él es talabartero.

Desde muy temprano, Juan Carlos Hernández se levanta y se dirige a su trabajo, él es talabartero.

En esta labor se hacen todo tipo de artículos de cuero para caballos, además de fajas.

Las monturas, cinchas y riendas que elaboran son una verdadera obra de arte por los tejidos en cuero y los contornos que realizan con las mismas puntadas.

“Aprendí el oficio en Santa Rosa de Copán y luego, cuando tuve experiencia, vine a buscar trabajo aquí a la ciudad. El oficio es bien pagado y las oportunidades son más grandes aquí que allá en los pueblos”, dice Hernández.

La experiencia pesa

El salario que devenga un talabartero es de aproximadamente 1,500 lempiras semanales, aunque esto depende de la experiencia, creatividad y rapidez con que elabore los productos.

“En una montura bien hecha debo trabajar por lo menos 15 días,

pero se vende a unos 7,000 u 8,000 mil lempiras”, señala Hernández.

Muchos son los que vienen a comprar directo a las talabarterías para ahorrar en su presupuesto.

Los materiales que se necesita para elaborar los diversos productos se adquieren en las peleterías.

En San Pedro Sula el oficio se aprende únicamente en los talleres.