Debido a los falsos retenes montados por delincuentes vestidos de policías, el gerente de una empresa de transporte denunció ayer en LA PRENSA, el robo de un contenedor con una fuerte cantidad de café listo para ser procesado.
El incidente ocurrió el pasado 16 de enero a las 7.45 de la noche cerca de La Barca, lugar adonde varios sujetos vestidos de policías le hicieron una parada. Cuando el motorista se detuvo, los supuestos policías le indicaron que se apeara para hacer una inspección en el contenedor. No obstante, el motorista fue encañonado al bajar del cabezal y golpeado hasta llevarlo a una camioneta gris que se encontraba estacionada a unos metros del falso retén.
“Me metieron en ese vehículo y me llevaron hasta un cerro esa noche y me amenazaron con matarme si salía de ese lugar antes de las siete de la mañana del siguiente día, y que no pusiera la denuncia porque ya me conocían”, expresó el motorista nicaragüense.
Agregó que la intención que llevaba era descansar en San Pedro Sula para continuar con su viaje hacia Puerto Cortés, ya que su recorrido lo inició en Las Manos, Nicaragua, frontera con Honduras.
El pesado automotor transportaba café valorado en unos diez mil dólares, pues según Roberto Jarquín Gómez, gerente de la empresa afectada, el precio de ese producto tuvo un incremento en el mercado mundial y presumen que por tal razón fueron víctimas del robo.
Piden seguridad
Según Jarquín Gómez, casi a diario se efectúan asaltos en las carreteras centroamericanas, siendo las hondureñas las que tienen mayor índice.
“Nos parece extraño que en Honduras, siendo un país con muchos operativos en las carreteras, este problema se esté dando con frecuencia”, mencionó Gómez.
También manifestó que de acuerdo con la información que maneja de otras empresas de transporte terrestre de Centroamérica, un 50% de los vehículos robados con mercadería no son recuperados.
“Presumimos que esos contenedores que no aparecen son desmantelados para venderlos como repuestos”, expuso.
El nicaragüense dijo que aparentemente los hechores sabían que el contenedor transportaba café, pues desde varios metros atrás habían hecho la señal de parada.
