Tegucigalpa, Honduras.
Dos testigos presentados ayer por el Ministerio Público desvinculan con sus testimonios a Kevin Solórzano de la muerte del exfiscal Edwin Eguigure.
El juicio contra el estudiante se reanudó ayer con las declaraciones de los testigos luego de una semana de suspensión.
“No encontramos ninguna vinculación de Kevin en el caso”, dijo uno de los investigadores que participó como testigo. Se trata de un agente de la desaparecida Dirección Nacional de Investigación Criminal (Dnic), encargado de realizar el croquis de la escena del crimen.
El otro es un agente de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (Atic) nombrado el 21 de enero de 2015 para indagar dos líneas de investigación de este caso.
Declaraciones
De acuerdo con lo manifestado por el agente, en sus investigaciones logró identificar a tres testigos claves del caso, a quienes denominó X11, X12 y A31. Una línea lo remitió hasta la colonia Ulloa de la capital, adonde supuestamente estaban dos de sus testigos.
El agente reveló que “el testigo X11 habló de la banda de los ‘Petretes’”. Supuestamente un día, en una pulpería del sector llegaron dos carros, uno turismo y una camioneta, de la cual se bajó un individuo y les gritó “solo faltó que lo mataran a patadas”, mientras les tiraba una bolsa negra supuestamente llena de dinero.
Entre los hallazgos, el agente propuso emitir un requerimiento contra un estafador supuestamente vinculado con el exfiscal, quien era su asesor legal. “El estafador se robaba las tierras, las ponía a nombre de personas cercanas y después asesinaba a las personas que no le pagaban”, expresó.
De acuerdo con el agente, la banda de los “Petretes” se dedica al sicariato, secuestro y robo de vehículos.
El testigo X12 le dijo al miembro de la Atic que un día en un billar de la Ulloa, llamado El Bombón, varios individuos estaban jugando, y mientras Kevin aparecía en las noticias ellos manifestaban entre carcajadas: “Miren ahí está ese man jalado y nosotros comiendo y bebiendo”. Mediante un vaciado telefónico el investigador logró identificar que el estafador y el exfiscal tuvieron una fuerte discusión, la cual sería el origen de ordenar su asesinato.
Dos testigos presentados ayer por el Ministerio Público desvinculan con sus testimonios a Kevin Solórzano de la muerte del exfiscal Edwin Eguigure.
El juicio contra el estudiante se reanudó ayer con las declaraciones de los testigos luego de una semana de suspensión.
“No encontramos ninguna vinculación de Kevin en el caso”, dijo uno de los investigadores que participó como testigo. Se trata de un agente de la desaparecida Dirección Nacional de Investigación Criminal (Dnic), encargado de realizar el croquis de la escena del crimen.
El otro es un agente de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (Atic) nombrado el 21 de enero de 2015 para indagar dos líneas de investigación de este caso.
Declaraciones
De acuerdo con lo manifestado por el agente, en sus investigaciones logró identificar a tres testigos claves del caso, a quienes denominó X11, X12 y A31. Una línea lo remitió hasta la colonia Ulloa de la capital, adonde supuestamente estaban dos de sus testigos.
El agente reveló que “el testigo X11 habló de la banda de los ‘Petretes’”. Supuestamente un día, en una pulpería del sector llegaron dos carros, uno turismo y una camioneta, de la cual se bajó un individuo y les gritó “solo faltó que lo mataran a patadas”, mientras les tiraba una bolsa negra supuestamente llena de dinero.
Entre los hallazgos, el agente propuso emitir un requerimiento contra un estafador supuestamente vinculado con el exfiscal, quien era su asesor legal. “El estafador se robaba las tierras, las ponía a nombre de personas cercanas y después asesinaba a las personas que no le pagaban”, expresó.
De acuerdo con el agente, la banda de los “Petretes” se dedica al sicariato, secuestro y robo de vehículos.
El testigo X12 le dijo al miembro de la Atic que un día en un billar de la Ulloa, llamado El Bombón, varios individuos estaban jugando, y mientras Kevin aparecía en las noticias ellos manifestaban entre carcajadas: “Miren ahí está ese man jalado y nosotros comiendo y bebiendo”. Mediante un vaciado telefónico el investigador logró identificar que el estafador y el exfiscal tuvieron una fuerte discusión, la cual sería el origen de ordenar su asesinato.