Un padre y su hijo, ambos comerciantes, eran los dos hombres que aparecieron asesinados el sábado en el kilómetro 28 de la carretera del sur, en el sector del derrumbe, cerca del desvío a la aldea Sicatacare.
Los ahora occisos fueron sacados de su casa en Nacaome, Valle, la madrugada del mismo día por al menos 15 hombres encapuchados y fuertemente armados, según relataron los dolientes.
Los familiares identificaron a las víctimas como José Abelardo Erazo (45) y José Abelardo Erazo Sarmiento (25), originarios de la comunidad de El Joconal, Azacualpa, Santa Bárbara, con domicilio en el desvío a El Tránsito, Nacaome.
Los cadáveres fueron encontrados el sábado en horas de la mañana en un tramo de calle sin salida, con heridas de bala en la cabeza, amarrados de pies y manos.
Los infortunados se dedicaban a la compra y venta de chatarra en su lugar de residencia y -según los dolientes- no tenían enemistades personales, por lo que la Policía hace las investigaciones del caso.
Raptados con violencia
Un doliente que llegó a reclamar los restos mortales a la morgue de Medicina Forense relató que los fallecidos dormían tranquilos en su vivienda con su compañera de hogar, dos hijos y un sobrino.
De repente llegaron varios hombres armados con fusiles, los rostros cubiertos con pasamontañas y chalecos antibalas de policías, quienes derribaron la puerta en forma violenta, ingresaron y tras amarrar a los dos hombres se los llevaron con rumbo desconocido.
Una pariente de los ahora occisos aseguró que ellos no tenían enemistades personales y que se dedicaban a trabajar de forma honrada en la compra y venta de chatarra, por lo que no se explican las causas por las cuales les quitaron la vida.
En los últimos meses han ocurrido múltiples hechos sangrientos con el mismo patrón criminal protagonizados por individuos con indumentaria policial y encapuchados, lo que pone al desnudo el clima de inseguridad y de violencia que prevalece en el país.
