Un salvadoreño, presunto integrante de la Mara Salvatrucha (MS-13), fue arrestado durante las últimas horas en una región montañosa de Honduras tras buscar huir de autoridades de su país.
La captura del presunto pandillero, miembro de una de las estructuras criminales más prominentes de Centroamérica, ocurrió en la aldea La Montañita, municipio de Candelaria, en Lempira, occidente de Honduras, cerca de la franja fronteriza entre ambos países.
José Leonardo Chicas Cortés, de 43 años de edad, es originario de Ilovasco, Cabañas, El Salvador. Su detención se da en el marco de la convulsa actualidad por seguridad en El Salvador, en medio del régimen de excepción decretado por autoridades y cuyo objetivo es arrestar a miles de mareros y pandilleros a lo largo del país.
Chicas Cortés fue detenido por agentes policiales hondureños, quienes, en imágenes, mostraron el cuerpo de este notoriamente tatuado con mensajes y leyendas alusivas a esa organización criminal, considerada en El Salvador como una de las causantes de la ola de criminalidad que ha azotado al país durante las últimas cuatro décadas.
El 5 de abril fue capturado un marero salvadoreño que se hizo pasar como pastor evangélico en Honduras.
El individuo ingresó de manera ilegal al territorio de Honduras, según el informe policial, y será remitido a autoridades salvadoreñas para realizar su entrega.
Guerra contra las pandillas
Algunos pandilleros se han quemado tatuajes que los identifican como miembros de agrupaciones criminales para evitar su captura, aseguró hace algunos días el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, cuyo gobierno desarrolla una ofensiva que ha detenido a 20.290 de ellos en el último mes.
“Hasta hace poco, los pandilleros mostraban orgullosos sus tatuajes, les daba estatus, identidad, rango y les servían para atemorizar a sus víctimas. Ahora se queman el cuerpo para tratar de ocultarlos”, señaló el mandatario en su cuenta de Twitter.
Bukele mostró fotografías en las que aparecen tres presuntos pandilleros con lo que aparentan ser quemaduras sangrantes o en proceso de cicatrización, sobre tatuajes en distintas partes de su cuerpo.
Uno de los pandilleros tenía una quemadura en carne viva y que le cubría casi todo el pecho. La Policía Nacional Civil (PNC) lo identificó como Luis Alberto Zetino Mata, alias “Sayajin”.
“Trató de borrar los tatuajes alusivos a pandillas, quemándoselos”, explicó la PNC en su cuenta de Twitter.
Los otros dos capturados que mostró Bukele tenían quemaduras más pequeñas sobre tatuajes de sus agrupaciones. “De igual manera, irán a envejecer a la cárcel. Sus delitos no prescriben”, sostuvo el mandatario.
Bukele les declaró la “guerra” a las pandillas que operan en su territorio, ante el asesinato de 87 personas entre el 25 y el 27 de marzo, crímenes que las autoridades vincularon al accionar de estas agrupaciones criminales.
Miles de pandilleros han sido detenidos en todo el país sin orden judicial por la policía o el ejército, en el marco de un régimen de excepción que ya lleva un mes y que se extenderá hasta fines de mayo.